Salvando a los Condenados || Drarry ||

Capitulo Final

// 10 meses después //

El aire se llenó del sabor más delicioso jamás visto: panqueques horneados y fruta. Incluso superó el aroma significativamente más débil de flores frescas, llevado por la brisa que atravesó la ventana abierta. Había otro olor mezclado en el aire, el que más amaba. El olor a ropa lavada y a manzanas verdes.

Un ligero toque rozó mi frente, mientras las yemas de los dedos alejaban suavemente mi cabello de mis ojos, lo que instantáneamente me hizo sonreír. Me derretí en esas manos familiares, sintiendo que todo mi cuerpo se relajaba bajo su peso. Me encantó este toque, estaba tan cerca de mi corazón que duele.

"Sé que estás fingiendo, Harry", un susurro llegó a mis oídos, la voz suave y cariñosa, una pequeña risa siguió a las palabras, lo que instantáneamente hizo que mis ojos se abrieran mientras saltaba hacia él para tirarlo a la cama. conmigo. La risa se convirtió en una carcajada cuando comencé a hacerle cosquillas viscosamente.

"¡Harry, no, basta!" Gritó en señal de protesta, sus palabras fueron cortadas por respiraciones profundas y risas continuas. "Oblígame", bromeé, sin siquiera pensar en detenerme.

Sus brazos se alzaron, tomando mi cara, antes de que sus labios chocaran con los míos. Podía sentir todo su amor y pasión fluir a través de mí y quería devolvérselo, derritiéndome en el beso, mis manos ahora sosteniéndolo suavemente. El beso se volvió hambriento con bastante rapidez, nuestras lenguas se envolvieron la una en la otra. Mis dedos habían encontrado el camino para meterse debajo de la camiseta que llevaba y sentí su piel cálida y suave, calentándose bajo mi tacto.

Pero antes de que algo pudiera intensificarse más, un golpe en las puertas nos hizo separarnos, aunque fuera apenas un centímetro. Nuestros ojos se miraron fijamente cuando las puertas se abrieron. "¡Levántense de la cama, ustedes dos! Extrañándose así su propia boda", fue Ginny, quien nos regañó en un tono duro, claramente rodándonos los ojos, antes de cerrar las puertas nuevamente.

"Bueno, entonces lo que será pronto, Draco Potter..." Le levanté una ceja, mi sonrisa era tan amplia como siempre. "No suena bien..." admití con un puchero infantil. "Entonces ¿qué tal Harry Malfoy?" Intentó hablar en serio, pero se echó a reír, ya que ese nombre tampoco me quedaba bien. "¿Por qué no compartirlo? Drako Malfoy Potter", le di una última sugerencia y me gustó cómo sonó. "Sí, me gusta eso, Harry Malfoy Potter."

Estuve a punto de atacarlo con otro beso, pero él colocó sus dedos sobre mis labios, impidiéndome hacerlo. "Desayuna, así podremos prepararnos para la ceremonia", sacudió la cabeza hacia mí, siendo ahora él quien me regañó. "Ohh, pero prefiero desayunar algo diferente... ¿algo como tú?" Levanté una ceja antes de inclinarme y besar su mano repetidamente, hasta que decidí morder una de las yemas de los dedos, suavemente por supuesto.

"Lo desearías", simplemente puso los ojos en blanco ante eso y se deslizó fuera de la cama. "Pero deseo..." Lo miré mientras se alejaba hacia las puertas, mis ojos brillaban de alegría y felicidad.

Me tomó mucho tiempo recuperarlo después de lo que pasó con Clearmoss. Para ser honesto, no pensé que sería capaz de recuperarlo. Rara vez salía de su habitación y lloraba la mayor parte del tiempo. Las heridas en su cuerpo podrían haberse curado rápidamente, pero por dentro, estaba sangrando lentamente. Intenté hablar con él, pero él simplemente me ignoraba y decía que yo no era real y que esto era sólo un sueño.

Me pidió que lo matara, ya que no quería sentirlo más. Ese mismo debe haber sido el punto más bajo de mi vida. La persona que amaba tanto, rogando por la muerte. Dolió más que cuando se fue. Me dolió más que cuando lo vi lastimado. Cedí y dije que primero tenía que matarme antes de poder suicidarse. Lo sé, oscuro y deprimente. Un poco exagerado, pero funcionó.