𝐌𝒂𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐...

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¡Alerta!
Se van a tocar temas sensibles para algunas personas, leer con discreción.

Gon Pov / 05-05-24

Hoy es mi cumpleaños, y el maestro Hisoka... Ha dicho que me va a dar un regalo especial solo para mí. Sé a qué se refiere, no es algo en lo que pueda fingir inocencia, al principio era algo que tomaba como un acto que hacían todos los maestros con sus alumnos favoritos, pero descubrí que soy el único que pasa por eso. No quiero ir a la escuela pero Mito casi me está obligando, no puedo renegar ni hacer berrinche, soy un niño grande como para hacer eso. Hasta el momento el único que sabe de este... ¿Pecado? Es el hermano de Killua, el alto de ojos negros que se pierden con la oscuridad. Lo descubrió porque recuerdo que nos vió a ambos en la cama de su apartamento, después de eso no me ha querido ver, y posiblemente eso afecte con la amistad que tengo con Killua. Durante el camino, me he topado al que menos quería ver, a mí maestro.

— Hola Gon~... Sabes, tienes reprobada mi materia, ¿No quieres recuperarla?... - Sentí su mirada asquerosa mirar todo mi cuerpo, odio cuando se lame los labios al ver mi entrepierna y esa estúpida sonrisa que queda después de morbosearme con la mirada... — Si quieres ese puede ser tu regalo de cumpleaños. Aunque perderías el que realmente te quería dar... - Abrí los ojos de par en par y con una sonrisa lo miré, esperaba que esta vez pudiera ser algo diferente a lo de cada noche. — ¡Quiero como regalo el recuperar la materia! - Oh, ahí está esa sonrisa que hacía cada que conseguía lo que deseaba, no importa cuan diferente fuera el camino, sabía que iba a terminar en el mismo punto. — Bien... Te veré después de la escuela. De ahí iremos a mi casa, ¿Te parece? - Asentí sin más que decir y seguí mi camino a mi aula, ¿Está bien que viva de esta manera? Me pregunté repetidamente durante ese corto camino que se sentía eterno.

Al estar frente a la puerta, me quedé como una estatua, al oír los comentarios que hacían sobre mí, aunque, la voz de Noko negando todo lo que decían causó una leve punzada en mi corazón, me recordó a Killua, siempre tratando de defenderme... Al entrar el silencio reinó el lugar, siempre me he sentado en la última banca del salón pegada a la ventana, y hubiera sido fácil de llegar ahí sin ponerme casi a llorar, de no haber sido por las miradas fijas en mí, esas sonrisas burlonas, las señas que hacían con su mano. Supongo ya lo descubrieron. Al sentarme el más grande de todos se puso frente a mí, sus dos amiguitos también se estaban tras de él. — Sabíamos que eras homosexual, pero tampoco sabíamos que te gustaba meterte con los maestros como si fueras una putilla. - Levanté la mirada un poco, mi error fue apartada buscando los libros en mi mochila, para ellos fue la confirmación que necesitaban.

— ¡¿Ves Noko?! Es inútil defender a alguien que si cometió el pecado, ahora vas a ser la estúpida que defiende a la puta de los docentes. - Su mirada se clavó en mí, pidiendo que por favor, le confirmará que fuera mentira, no puedo decirle que no, asentí levemente y mi mirada otra vez se centró en los libros casi rotos de tantas veces que aventaron mi mochila. Esto hubiera seguido, de no ser que la maestra entró pidiendo seriedad. La maestra Melody siempre ha sido demasiado linda conmigo, pero está vez, me miró como una madre mira a su hijo que acaba de cometer un gran error.
— Gon, necesito que vengas conmigo, por favor. ¡Y todos ustedes, tienen solo hasta que regrese para tenerme la tarea lista!... Por favor. - Guardé mis libros y salí tras de Melody, me llevó al patio trasero, el silencio entre los dos duró mucho tiempo, así que ella tuvo que inició la charla.
— ¿Son ciertos esos rumores que andan por el salón? Dime la verdad, sabes que yo puedo hallar la manera de pedirle ayuda a Kurapika... - 

— ¡No, no puedes decirle nada de esto a ellos! Si lo descubren... No creo vuelvan a verme de la misma manera...-  ¿Por qué si mi pecho duele seguiré mintiendo? Pensé en ese mismo momento, ellos pudieron resolver todo desde el momento en que pasó, pero decidí mentir por no perjudicar a otra persona. — Gon... No puedo hacer nada si no pones de tu parte. - Las mismas palabras que dice Hisoka cada que pongo resistencia. Me levanté de mi lugar y miré el cielo. — ¿Acaso es egoísta que quiera ocultar todo y solo tumbarme en el suelo para mirar el cielo? -  Después de eso, ella prometió no decir nada a cambio de que dejará de hacerlo...

𝘿𝙞𝙡𝙤 𝙤𝙩𝙧𝙖 𝙫𝙚𝙯 - Killugon FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora