Killua Pov. // 25-06-24
Ahí íbamos los dos camino al mar, cuando salimos de la casa, nada me importó, sentía su cálida mano, oía sus leves risas que salían cuando no seguirme el paso, su respiración semi agitada, era como si todo el mundo se hubiera pausado solo para que nosotros dos estuviéramos ahí.
Sentía la calidez de su mano, entonces era cierto, tenía razón, a él jamás le pasó nada, solo estaba jugando a esconderse hasta cansarse... Mientras corro me los cordones de mis zapatos desabrochados, parecen serpientes divirtiéndose pero tal parece que me centro más en tus botas que ese mínimo detalle. Conforme avanzamos, el paso iba disminuyendo, y la brisa del mar, ligeramente se empezaba a hacer presente, acariciando mi piel palida y tu piel bronceada. A pocos pasos de la marea, detengo mi caminar, y sin soltar tu suave mano, volteo a verte, la sonrisa en tu rostro decía más que mil palabras, estabas frente de mí , tapabas por completo el sol, y por fin cuando recuperaste la energía necesaria murmullaste "vamos más lejos". Soltaste mi mano, y metiéndote al mar hasta que te llegará a la cintura, te volteaste a mí y me ofreciste tu mano, no pude negarme, sin ninguna contradicción accedí, entre al mar y tomé tu mano con fuerza... Se empezaban a poner frías conforme más entrabamos, tal vez era el agua.
O tal vez era la triste realidad.
Te miré con duda, el agua ya empezaba a llegarme a la boca, pero tú no te detuviste, tú no te inmutaste, parecías ya estar acostumbrado. Ese pensamiento me sacó de esta realidad, un poco tarde, nuevamente recordé que te habías ahogado, por eso estabas tan acostumbrado, con el corazón acelerado nade hasta que sentí la arena en mis pies, escupí el agua salada que tragué durante ese proceso. Volví a mirar el mar, ya no estabas ahí. ¿Tan solo te sientes qué hasta necesitas de mi compañía en aquel lado?
Me senté en la arena, y viendo hacía el horizonte, volví a entrar en mis pensamientos.- ¡Killua! - escuché la voz de Kurapika, no quise voltear, estaba mojado, iba a ser claro que pensaría que intenté lo mismo que Gon. No supe cuando, creo mi noción de la realidad se había distorsionado por completo, pero ya estaba en la casa, cubierto por una toalla, y frente a mí, un chocolate caliente, pero, las miradas de los mayores no eran fáciles de ignorar.
- Killua. - Escuché mi nombre otra vez, y lo miré. Creo que mi mirada estaba tan perdida por la reacción que tuvo. - Acaso tú... ¿También lo intentaste? - Solo pude soltar un "¿Ah?", mis respuestas no eran profundas, lo sé, pero yo tampoco sabía nada a exactitud. - Aún más lejos. - murmulle recordando las palabras de Gon. - Él dijo eso. - seguía perdido, ¿no es así? Ya no escuché más respuestas, y poco a poco, ví como cada uno se iba. Por fin, un poco de soledad. Me acosté en el sofá, mi mirada que en algún momento estuvo perdida, se centró en la caña de pescar, esa con la cual en esos momentos ambos usábamos con tal de atrapar al pez más grande. Pensé en todo lo que Gon pudo haber pasado, en lo que Hisoka le había hecho, mi estómago dolió, no sé si fue por el hambre o el asco.- Killua... Lo siento. - escuché a mi lado esa suave voz, así que me senté para verlo bien, estaba sentado sobre el reposabrazos, viendo hacía el suelo mientras movía sus piernas de una manera tan infantil. - No quería que esto pasará, yo pensé que así podrías encontrarme. - se dió la vuelta, dándome la espalda por completo. - No te preocupes, Gon. - Dije sin tanto afán.
- Igual, lo merecía por haberte descuidado de tal manera. - Duraste un poco en responder. - ¿Cómo debería decirlo?... Aquí todo es tan silencioso y aislado... ¿Me explico? - Por un momento no entendí, y cuando tuve la respuesta que creía correcta, respondí. — ¿Soledad, eso quisiste decir? - Tu sonrisa en tu rostro lo decía todo, dí en el blanco, ja... Por el rabillo de mi ojo pude ver cómo una sombra alta abría la puerta principal, al igual que yo, tú estabas al pendiente... ¡¿Leorio?! Se supone que el vendría a finales de mes... Bueno, al final eso fue suposición mía. — ¡Leorio! - gritó Gon y salto del sillón corriendo a abrazarlo, pide ver cómo solo tuvo un escalofrío.— ¡Ahhh! ¡Está muy fría esta casa! - Tonto, pero esto me confirmó que era el único que lo veía, ¿Será por qué soy el único aferrado a una falsa realidad? No lo sé... — Ah, Killua, ¿Qué haces ahí tan tarde? , es más, tus ojos están hinchados, ¿Aún sigues llorando? - No lo parecía, pero Leorio estaba igual de quebrado que yo. Pero él si sabía ocultarlo, demasiado bien diría yo. — Hmm... No es nada, solo... Estaba leyendo. Pregunta, ¿Kurapika te ha dicho algo?... - Me le quedé viendo, Gon aún seguía ahí, era raro, para este momento ya se habría ido, pero por lo que se podía ver, no se iría hasta que Leorio lo hiciera primero. — Me dijo que Melody le contó algo... Y creo también dijo que me iba a recibir con un buen plato de comida, pero yo no veo nada. - me pregunto si piensas en otra cosa que no sea comida. Pero fue chistoso ver la expresión de Gon cuando escuchó el nombre de Melody. — ¡Ehhhh! ¡¿Qué les dijo?! - reí a carcajadas y lo miré. — Por eso siempre debes estar aquí, por irte te perdiste todo lo que nos dijo. - Leorio me miró confundido, y Gon aterrorizado. Lo olvidé, Gon no es visible para todos. Negué y miré a Leo. — Perdón, se me escapó un pensamiento. Por cierto, ¿Qué horas es?, se siente como la 1 de la madrugada. - El más grande miró si reloj.
10 de la noche, vaya, debí dormir mucho para también tener la percepción del tiempo alterada. Me levanté del sofá y caminé a las escaleras. — Te dejaré la sala, tengo un mejor lugar para dormir.- Gon se despidió de Leorio y me siguió hasta su cuarto, espero a que abriera la puerta primero, dejándome en claro que el no tenía mucho control en lo terrestre.
— Deberías poner mis cosas en su lugar, puede y tú las necesites. - se sentó en la cama, y a su lado vió su Diario. — Sabía que lo leías, pero no sabía que contestabas las páginas. - soltó una risa inocente. — Oye Gon, quiero saber... ¿Por qué jamás me contaste lo de Hisoka? Sabes que yo pude haber hecho algo para evitar esto. -— Porque... Aunque lo hubiera dicho, no habría dejado de sentirme sucio. No importa cuánta ayuda hubiera recibido, el pasado se habría marcado en mi espalda como un tatuaje. - Aún así sonrisa, eso siempre me va a sorprender de tí. — Está bien... ¿No te vas a ir? - negaste con alegría. — No me iré hasta que me encuentres. Aunque honestamente dudo que lo hagas... -
— Te encontraré, sea de la forma que sea, lo haré. -
Holaaa, siento que este capítulo lo hice muy corto y tampoco he hecho contenido para la cuenta promocional... Ni modo¡Los quiero mucho gente que sigue leyendo!, saben que pueden apoyarme votando y comentando, y si ven alguna falta de ortografía no duden en decirme.
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𝘿𝙞𝙡𝙤 𝙤𝙩𝙧𝙖 𝙫𝙚𝙯 - Killugon Fanfic
Fiksi PenggemarFanfic inspirado en: 𝑆𝑎𝑦 𝐼𝑡 - 𝑌𝑜𝑟𝑢𝑠ℎ𝑖𝑘𝑎 (y una que otra canción de la misma artista) · · Muchas veces juzgamos a las personas por lo que nos muestran, pero, cuando pasa algo que jamás hubiéramos imaginado, ¿cómo se supone que debemos t...