Classroom Of The Elite X MaleOC

Crucero

************
Pov: Tenshi
************

26 de Julio

Eran las 10:23 de la mañana, estaba doblando cuidadosamente mi ropa y colocándola en una maleta que nos había otorgado la escuela.

Hoy por la mañana nos avisaron acerca de éste viaje.

Tal vez es una especie de regalo de vacaciones... No lo sé.

"...Creo que con esto está bien..."

Pensé mientras veía mi maleta, la cual apenas estaba a un 60% de su capacidad, pero no creí necesario nada más, solo seria un viaje de dos semanas.

Me dí una última vuelta por mi habitación, revisando posibles prendas u objetos que se me pasaran por alto.

Abrí un cajón, encontrándome con una caja de pastillas, las tomé y abrí, notando que ya no tenían.

—Rayos...

Murmuré mientras tiraba la caja a la basura.

—>Tengo que ir a la farmacia...

Bip, bip, bip.

El sonido de mi alarma sonó, eran las 10:30 a.m.

La escuela nos había citado a las 10:40 a.m y el viaje empezaría a las 12:00 p.m... En pocas palabras...

"...No hay tiempo..."

Cerré la maleta y ajusté mi uniforme.

Salí de mi habitación, cerré la puerta y me aseguré de que estuviera bien cerrada.

Con sutileza llevé mi mano al bolsillo y saqué una goma de mascar, la cual llevé a mi boca.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

26 de Julio, 7:13 p.m

"Es mejor de lo que esperaba..."

Pensé, viendo el sol empezando a rozar el mar.

—Es bonito...

Karuizawa, que estaba a un costado mío, interrumpió mis pensamientos, comentando su opinión del paisaje.

—Tienes razón.

Apoyé su pensamiento, recargandome contra el barandal del barco, imitando la posición de la chica de pelo dorado.

—¿Por qué no estás en la alberca?

Me preguntó sin voltear a verme.

—No quiero ahogarme.

Bromeé un poco, al parecer sin éxito.

—>Y... Tú, ¿Por qué no vas?

—Estuve allí todo el día.

"Bueno... Es cierto."

Pensé,  recordaba haberla visto en ese lugar, además, a pesar de yo no estar allí, tenía a un par de ojos vigilando el lugar.

—¿Quieres ir a comer?

Le pregunté al verla mirando fijamente al restaurante que estaba casi hasta la otra punta del barco.

—...No suena mal.

Por primera vez en este rato, Karuizawa me sonrió.

Caminamos por la orilla del barco hasta llegar a un restaurante. Tomamos asiento y ordenamos.