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Es verdad que te amé,
pero todo el dolor causado
pesó más que ese amor incondicional
que te entregué.
Al final...
tu nunca me quisiste.
solo me usaste para llenar ese vacío interno
que tienes desde pequeño.
me usaste para estar entretenido,
para sentir que tenías el control en alguien porque no lo tienes en ti mismo.
Pero al menos aprendí,
aprendí a no dejarme estar por alguien
que no supo valorar lo que le di,
todo lo que fui...
Te entregué todo mi ser,
para que estuvieras seguro
de que era verdadero lo que sentía por ti.
Porque no sé demostrar poco o a medias,
si estoy con alguien
doy todo lo que tengo,
y eso es mucho.
Yo siempre estuve ahí para ti,
en tus peores y mejores momentos.
Te apoyé y te demostré
todo ese cariño que nunca te dieron.
Te quise ayudar a progresar,
a mejorar,
a crecer.
Te demostré siempre que tenías a alguien
para ser escuchado y acompañado,
que no estabas solo.
Que podías contar con alguien.
Fui lo mejor que te pasó,
pero me perdiste.
Y ya no pienso volver porque me maltrataste
y no te arrepentiste.
Nunca lo reconociste,
solo te lo tomaste como un chiste,
lo minimizaste.
Yo fui su todo y su nada...
Por eso y por todo lo que llevo dentro,
desde hace tiempo y que no suelto,
quisiera desaparecer del todo.
dejar de existir,
ya no vivir.
Ya estoy cansada de seguir luchando por nada, de estar estancada,
de no progresar.
Intentarlo y no lograrlo,
esforzarme y que sea en vano.
Que cada día sea más difícil de transitar,
y cuando consigo algo,
se vaya rápido.
Que nada me dure.
que la felicidad no exista
y que las emociones las tenga apagadas,
en pausa.
No poder sentir plenamente;
pero sé que si vuelvo a sentir a flor de piel,
voy a arruinarme,
ahogarme.
Y por eso también odio haberte dado todo, haberte entregado todo.
Porque nunca valió la pena,
nunca fue suficiente.
siempre querías más... o nada.
Nunca supe qué fue lo que me faltó,
pero ya no me interesa saberlo.
Antes me destrozaba pensarlo,
carcomiéndome la mente,
taladrándome el cerebro.
Pensando constantemente
en qué hacer para tenerte,
para que te quedes.
Siempre hacía todo lo posible,
pero con tus comportamientos,
me fuiste desvaneciendo,
consumiendo.
Me apagué,
desapareció la chica que fui antes de conocerte.
Me cambiaste,
me hiciste añicos hasta hacerme casi pedazos, hasta casi cenizas.
Nunca fui suficiente,
pero creo que para ti,
nunca nada es suficiente.
A todo le falta algo,
nada te convence.
Así que no me desespero,
solo te deseo un camino
en donde puedas entenderlo,
puedas entenderte.
Y sanarte.

POEMAS DE UNA DESAHUCIADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora