Nuestro lugar seguro: los baños

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Ambas nos encontrábamos en la puerta de su clase, por impulso le recordé lo de aquel amarre sin darme cuenta que le daría un ataque de ansiedad, aunque no solo fue de eso. Corrí detrás de ella hasta toparnos con el baño donde se sentó en el inodoro encogida, rodeando sus brazos a sus piernas y con la cara tapada, no paraba de temblar y ahí fue cuando recordé mis anillos para la  ansiedad, por lo que me lo quité poniéndoselo en su mano derecha para que jugara, yo mientras, me senté hasta que ella decidió hablar. Vi como caía poco a poco una lágrima por su rostro, se la limpie de la manera más sutil y delicada que pudiese, era como si tocaras algo super frágil y no querías que se rompiese, jamás había hecho eso y la verdad que se sintió increíble, ahí me volví a dar cuenta de que siempre sería mi debilidad esa niña tan bonita. Me contó cómo se sentía y lo que pasaba por su mente, mientras que yo la observaba como si fuese lo que siempre había querido en mi vida ( en verdad lo era ), observaba como las fracciones de su cara se movían con cada movimiento que hacia su boca con las palabras que iba dictando. Cómo en su mirada se le notaba la tristeza, el miedo, la confusión y como cuando me miraba aparecía la tranquilidad, la comodidad y le volvían a brillar. Se sentó en frente, así que para relajarla le hablé de lo que llevo más adentro de mí, me di cuenta que mis ojos empezaron a tener lágrimas mientras la miraba y hablaba de ella con ella, ahí entendí que ella además de ser mi debilidad, siempre iba a ser la única con la que me podría desahogar sin miedo, sin esconderme, pero sería con la que jamás podría tener algo bonito, por culpa de nuestro oscuro pasado, por mucho que intentase arreglarlo. Le estaba enseñando mi punto débil, como nunca lo había hecho con nadie, me salía natural, como si todo fuese un sueño y al despertar, no lo recordaría. Nos dimos por último un beso en la frente, en los que se sintieron con demasiado amor dándonos a entender que siempre estaría la otra para apoyarnos y enseñarnos que siempre seremos algo más que simples personas, algo más que esa formula llamada dirac, algo más que esas palabras tan raras con significados hermosos, ambas seríamos siempre un tatuaje sin tinta en el alma de la otra....

Enamorada De Mi Perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora