3

838 162 20
                                    

"Capítulo 3..." (Piezas Malvadas)

Zona completamente rocosa en medio de un extenso territorio demoníaco, una botella lleno de agua se movia bruscamente a causa de una energía sobrenatural. Energía provocada por un pequeño niño demonio que tenía una mirada determinada en la botella. Izuku manifestaba su poder mágico a la perfección, después de días de estudio la práctica resultaba eficiente al tener una idea de como funcionaba todo.

Esa turbulencia de la botella se detuvo, quedando tan quieta en el instante que resultó bastante inquietante, cuando de la misma que se quedó quieto, la botella estalló soltando el contenido.

―Señorito, eso fue espectacular. Sin un maestro que le enseñé, pudo despertar su poder mágico.―, La sirvienta ahora sentada más cerca de izuku, presenció todo en primera fila.

―Si, Gracias.―, Consciente de que ella era una de las sirvientas de combate, si ella llegaba a halagarlo, significaba que iba por buen camino. ―¿Puedes crearme una pequeña llama que pueda manipular?―

―En seguida.―, De su mano derecha, se formó un circulo mágico donde apareció una pequeña llama de apenas unos centímetros. ―Aqui tiene, señorito.―

―Gracias.―, Izuku tomó la llama encendiendo su poder mágico. ―Es increíble como se vuelve tan sencillo.―

La llama en sincronía con su poder mágico. Poco después tomo cierta agresividad al dominio de más poder, tan pronto esa agresividad se comenzo a desvanecer cuando izuku la absorbió. Cerrando sus ojos de nuevo, su mente imaginó esa llama que algunos segundos antes sostuvo, cuando un círculo mágico de color rojo se formó en la palma de su mano.

―Felicidades señorito!―, Felicito todavía asombrada. ―En tres horas pudo concentrar, activar su poder mágico y hacer una pequeña llama.―, Acercándose pensando en que el entrenamiento terminó.

―...―, Izuku se sonrojo un poquito por la cercanía, no viéndola directamente.

Su nervios por las chicas no cambio demasiado, pero su mente se retorció para no estar nervioso con su nueva madre, ni tampoco la esposa de su hermano. No obstante, las sirvientas de la casa lo seguían poniendo constantemente nervioso cuando se acercaban de más. Pero ese nerviosismo tenía que acabarlo de alguna u otra forma. Tomar confianza consigo mismo. Y poder ser cercano a las mujeres fuera como fuera.

―... Gracias. Entrenare un poco más, si quieres volver a la mansión por tu cuenta, vuelve. Puedes decirle a mi madre que fue mi decisión.―, Izuku mencionó levantándose para concentrarse en otro entrenamiento.

―Mi responsabilidad es estar a su lado, señorito. Así que estaré a su lado hasta que decida terminar su entrenamiento.―, Ella respondió con una pequeña reverencia, se volvió a sentar para estar al pendiente.

Izuku sin problemas a esa declaración, abrió su palma apuntando a un pequeño pilar de rocas cercana a él, cuando un círculo se formó en su palma, imaginando el ataque que deseaba realizar, lo expulsó a la realidad cuando el ataque salió disparado como si de una bala se tratara. Suspirando con un poco de cansancio, la energía utilizada fue bastante para su pequeño cuerpo. Pero el resultado fue el esperado. Derrumbando su objetivo, su mano apuntó a otro pequeño objetivo. Concentrando su mente en relámpago, realizó el mismo procedimiento de imaginar su ataque para expulsarlo.

Izuku por el fuerte estallido de la nada, termino por caer de trasero al suelo, suspirando con más cansancio todavía por estos intentos de uso en su poder. A pesar de no demostrar un poder destructivo, no pudo importarle menos.

¡Tenía un poder!

Eso era lo único importante.

Con su rostro empapado de sudor, pero con una sonrisa de oreja a oreja, Izuku con el rápido avance pudo por primera vez estar orgulloso de si mismo. Cuando ese orgullo paso a vergüenza al ver las bragas de la sirvienta que lo miraba desde arriba.

𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐫𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧 |𝐈𝐳𝐮𝐤𝐮|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora