One Kiss, One Shot.- [Minsung]

[03]

Llegamos al gran departamento, la empresa en donde trabajábamos, y en pocas palabras "un puto infierno"

Esta vez era diferente, y, wow, si que íbamos rápido.

— Seungmin, perdoname por lo que voy a hacer. —Pensé, siendo fuertemente tomado del brazo de parte de Minho.

Fuimos rápidamente hacia el elevador, subimos hasta el 4to piso, donde estaban un par de habitaciones.

Me sentía tan dominado por el mayor, me volvía completamente loco, no podía salir de esto, solo quería más y más.

Fácilmente podría decir que era una adicción, cómo las drogas, pero esta vez nadie te advertia nada.

En cambio, solo estábamos el y yo...

Minho abrió la puerta con prisa, asegurándose de que nadie nos viera.

Cerro la puerta y tomo ambas de mis muñecas, posicionandolas en mi espalda, sin dejarme hacer ni un solo movimiento.

Unió sus labios contra los míos bruscamente, creando así un beso húmedo desde el inicio, el calor iba aumentando y nuestros cuerpos se iban uniendo cada vez más, cómo si se tratara de un imán.

La fuerte conexión y la gran calentura en mi corazón me hacía sentir que estaba perdiendo la cabeza.

Por que lo estaba haciendo.

Sin siquiera separarnos, seguíamos caminando torpemente hasta la cama, donde otra vez, me haría saber que era solamente de el.

O así lo percibía yo, eso me encantaba de Minho.

El peli morado me empujó hacia la cama, para luego caer encima mio y colocando sus fuertes brazos al rededor de mi débil cuerpo.

Se deshizo de mi ropa en un abrir y cerrar de ojos, advirtiendome que sería algo rápido, nada serio.

Llevo su boca hasta uno de mis erectos pezones, solté un chillido de placer al sentir sus húmedos labios ahí.

— Oh dios, cuanto tiempo había deseado volver a sentir esto.—Pensé.

Minho se apresuró a quitar su camisa también con la mano que sobraba, desabotonaba cada botón de esta, dejándome completamente hipnotizado ante la escena que estaba presenciando.

Y no era sorpresa, todos los del grupo habían apreciado los lindos y tentadores bíceps de Minho, pero solo le pertenecían a una persona.

A mi.

Y a Minho, obvio.

Amaba esa sensación, pero necesitaba más, aun más, me desesperaba cada segundo que pasaba, quería tenerlo dentro de mi de nuevo.

— M-Minho, ya metelo...

— Eres muy desesperado, Hannie~
¿Que tal si esta vez tu me montas?

No dude ni un segundo en mi respuesta, algo diferente, algo de lo que disfrutaría claramente..

El mayor me tomo de la cintura, erizando mi piel, para luego voltearme, hasta quedar yo sobre el.

Mi mano paso por su entrepierna juguetonamente, notando cómo esta cada vez se enderezaba más.

— Entiendo que hayas estado necesitado, y por eso quieres hacer lo mismo, pero lo estoy también, así que ¿podrías montarme de una vez?

Mostré la típica sonrisa de lado, la misma que el hacia y solo asentí con la cabeza.

Baje el zipper de su pantalón, al bajarlo por completo, trague saliva al mirar su gran miembro ya con una notoria erección.

Seguido, sus boxers, los cuales eran lo último que quedaba de ropa.