Día 4

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Sabía que algo andaba mal conmigo. Esa sensación de mirar con asombro y maravilla la lluvia, el cielo, los árboles, las plantas, las montañas y la vida; no hacía que la tristeza desapareciera. Intensificaba, incluso, mis deseos de morir

Ecos de una mente incomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora