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Caminamos por los largos pasillos y llegamos con una de las enfermeras. Ésta le dio una pastilla a Chaewon y fuimos de regreso al cuarto.

–Qué hora es?– Chaewon me miró.

–Mmm, no lo sé, ¿por qué?

–Quiero saber cuando será hora de la visita.

–Bueno, venga, aceleremos el paso para llegar más rápido a la habitación y ver el reloj– Asintió y ambas corrimos por el gran pasillo.

Llegamos a la habitación mientras nos reíamos y tomábamos aire.

–¿Qué hora es, Zuha?– Chaewon preguntó mientras intentaba tomar aire.

–Faltan 5 minutos para la hora de visitas– Dijo, restandole importancia.

Asentí mientras me sentaba en mi cama. No tenía ningún plan de moverme, así que me quedé sentada aproximadamente 15 minutos, sin hacer nada.

Una de las enfermeras entró a la habitación.

–Huhu Yunjin?– Asentí a su pregunta.

–Tu madre viene de visita– Sonrió. Asentí mientras salía de la habitación y salía al patio trasero. Mi madre estaba sentada en una de las bancas.

Me acerqué a ella y toqué su hombro.
Ella volteó y me dio una cálida sonrisa para acto seguido levantarse y darme un abrazo.

Ambas nos sentamos en la banca.

–¿Cómo te va?– Preguntó, tomando mi mano entré las suyas.

–Supongo que bien. Me pusieron de cuarto con unas chicas.– Sonreí un poco.

–¿Todavía no te acostumbras?– Volvió a preguntar.

–No del todo, créeme que es más difícil de lo que crees, y más cuándo todas las personas de aquí tienen diferentes trastornos.

–Imagino que sí, ¿te pusieron en una habitación con personas que tengan lo mismo que tú?

–No, todas son totalmente diferentes a mi. Solo una chica, Kazuha, es similar a mí, las demás son muy energéticas.– Reí al recordar la escena de ésta mañana.

–Te llevas bien con todas?

–Supongo que les caigo bien.– Sonreí.

–Me alegra que estés bien.... esperó que entiendas que todo es por tu bien y el porque me preocupó mucho por ti...– Su gesto se hizo nostálgico, como si realmente le pusiera triste que estuviera ahí.

–Lo sé, no deberías sentirte mal por eso.– Dije completamente sincera.

–Me alegra oír eso.

Estuvimos un rato más hablando y recordando momentos del pasado.

La hora de las visitas habían terminado, por lo que tenía que entrar de vuelta. Mi madre entró conmigo y se despidió de mi con un abrazo.

Regresé a la habitación y al abrir la puerta, vi como Eunchae estaba sentada en la orilla de su cama viendo la ventana.

–Yunjin-ah, ¿crees que mi mamá algún día venga?– Preguntó mientras volteaba a verme. "Yunjin-ah"? Que lindo se escuchó eso.

–Mmm no lo sé, ¿ella te ha dicho que vendrá?– Dude un poco al momento de decir eso, lo que menos quería es hacerla sentir mal.

–Nop, pero sigo teniendo la esperanza de que venga– Se sentó en el medio de su cama y tomó uno de sus peluches; un pingüino mediano, esponjoso y de color azul con blanco.
–Aunque claro... supongo que solo soy una decepción para ella...– Su voz se quebró a mitad de camino. No pude evitar acercarme y ponerme a la altura de sus ojos.

–¿Por qué piensas eso?– Pregunté. Tomé una de sus manos y la acaricié con mi pulgar.

–"Eunchae, ¿qué demonios te pasa?" "¿Acaso te volviste loca?" "Dios, algún día me voy a deshacer de ti" DIOS, ACASO PIENSA QUE LA NECESITO?– Gritó – Claro, ella piensa que la necesito cuando no es así!– Ríe –¿No piensas lo mismo, Yunjin-ah?– Me miró a los ojos con una sonrisa. Intenté verme lo menos asustada posible.

–Claro, no necesitas a tu madre– La volteé a ver mientras le daba una sonrisa. Bajo de su cama y sacó su libro de colorear. Me di cuenta de que ya no me estaba prestando atención, a sí que salí de la habitación. Caminé por los pasillos y me detuve en el centro del lugar, en la parte donde todos iban a jugar con los juegos de mesa, colorear en libros, leer o hacer manualidades.

Tomé uno de los libros y me puse a colorear a un dinosaurio. Al parecer todos los libros eran infantiles.

Al momento de querer agarrar el color verde, una chica lo tomó al mismo tiempo que yo.

–Ooh, disculpa, puedes quedartelo.– Le extendí el color y ella negó.

–Quieres que lo use yo?– Pregunté. La chica asintió. ¿Era muda?

–¿No hablas?

La chica dejó de prestarme atención y siguió con lo suyo. Muy bien, Yunjin.

Me di cuenta de que llevaba más de 20 minutos aquí. Dejé el libro en su lugar, me levanté del piso y me fui directo a mi habitación.

Entré y lo único que vi fue a Eunchae sentada en su cama, mirando a la nada y a Sakura jugando con su juego.

–Dónde estabas?– Sakura me preguntó mientras dejaba su juego de lado.

–Fui a donde todos van a jugar y así. Me puse a colorear algo. ¿Y Chaewon y Kazuha?– Pregunté, dándome cuenta de la falta de las dos chicas.

–Supongo que no deben tardar, casi siempre se quedan un rato a fuera.

–Y a ella qué le sucede?– Pregunté mientras señalaba a Eunchae.

–No lo sé, ha estado así desde que entré. Supongo que le afecto mucho que su mamá no viniera, siempre se queda quita cuando sus emociones no se regulan.

–Dios... esperó que no se haya puesto así por lo que le dije....– Baje la mirada y escuché como Sakura se levantaba de su cama.

–¿Qué le dijiste?– Su voz se escuchaba preocupada.

–Bueno... ella me dijo que no necesitaba a su madre.... y to le dije "claro, no la necesitas"– Me quedé callada.

–Mientras te decía todo eso no se estaba riendo o algo así?– Asentí a su pregunta, su mirada cambió.

–Eres idiota o qué!?– Dijo mientras me lanzaba una almohada.

–Pero, ¿qué hice!?– Pregunté mientras intentaba esquivar una almohada.

–La pregunta debería ser qué no hiciste.– Continuó lanzandome almohadas.

–Al menos podrías decirme que hice!?– Una almohada se estampó en mi cara.

–Está a punto de tener un ataque maniático.

–Y eso es malo?– Pregunté confusa, recibiendo otro almohadazo. –Ya!– Le dije mientras le lanzaba la almohada.

–Es obvio que eso es malo, las posibilidades de que se desnude son muy altas, las probabilidades de que rompa todo lo que encuentre son muy altas, las posibilidades de...

–Si, ya entendí!, ¿qué se supone que haga?

–No podemos hacer nada, solo podemos esperar a que...

–KKURA! ME TENGO QUE IR, NOS VEMOS PRONTO!– Eunchae salió de su cama de un brinco y salió de la habitación, chocando con Chaewon y Kazuha.

–¿Qué le pasa?– Kazuha preguntó irritada.

–Está pasando por un ataque maníaco.– Dijo Sakura mientras salía de la habitación.

No quiero estar aquí | Purinz [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora