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Mi nombre es Huh Yunjin y hoy seré ingresada a un centro psiquiátrico, ¿por qué? No sé, supongo que por intentar suicidarme. Es estúpido, ¿qué sentido tiene seguir viviendo si no te sientes viva de ninguna manera?

Al estar frente al edificio, lo único que pude pensar es "no soy como ellos"

Mi madre estacionó el coche, abrió la puerta y bajo, fue directo a la parte trasera. Bajo mis maletas y esperó a que bajará del coche.

Es estúpido, no quiero estar aquí, no pertenezco a un lugar como éste, quiero ir me a mi casa y dormir un rato.

–Yunjin, baja del coche, no tengo todo el día.– Sonaba molesta. Con una expresión de desagrado baje del coche y ambas ingresamos al enorme edificio.

Pasamos a la recepción y pude ver a muchos pacientes caminado por todo el lugar; a decir verdad, el lugar era bastante bonito por dentro, limpio y bastante ordenado.

–Por aquí, te enseñaré tu nueva habitación.– La enfermera me dio una cálida sonrisa. Asentí sin decir más y comencé a seguirla.

De camino a mi habitación, pude ver a varías personas de mi edad, incluso hasta un poco más pequeños. La enfermera me hablaba, pero realmente no me interesaba lo que estaba diciendo, ya que era un recorrido por el lugar.

–Está será tu nueva habitación.– Abrió la puerta y dentro pude ver que había 4 camas más además de la mía. ¿Era una broma? Es decir, ¿tendría que compartir habitación con 4 personas? Increíble.

–Dejaré que a dejes tus cosas y desempaques.– Me dio una sonrisa y cerro la puerta. Me dirigí a la que se suponía que era mi cama. Dejé todas mis cosas y eche un vistazo a toda la habitación.

Todas las camas tenías nombre en el soporte de la cama.

Sakura, Eunchae, Chaewon y Kazuha. Esos eran los nombres de las 4 camas. Al menos estaría tranquila, me había tocado con 4 chicas.

La puerta se abrió, dejando ver a una chica alta y con el pelo pintado de morado, en realidad era una mezcla de morado y gris. En fin, no importa.

–Quién eres!?– La chica grito alterada y se acercó a mí. Me tomó de los hombros y me sacudió varías veces.

–ERES UNA ASESINA!? UNA LADRONA!? Espera... vienes por mi, ¿no? ¿Quién te mando, mis padres? Claro, se supone que debo de estar en la escuela y no perdiendo el tiempo. No puedo seguir aquí, mi futuro se verá arruinado por ésto, tengo que salir de aqui!– Se dirigió a la puerta, siendo detenida por la enfermera de antes.

–Eunchae, ¿qué sucede?– La enfermera le sonrió y tomó sus manos.

–Enfermera, ella– Dijo mientras me apuntaba –Ella viene por mí, quiere matarme por no estar en la escuela. Mis padres son los responsable. Tengo que salir de aquí lo antes posible!– Intentó salir del cuarto como pudo, sin embargo, la enferma no se movió de ahí.

–Eunchae, ella no te hará nada, ¿si? Ella es tu nueva compañera. Ven, dame un abrazo y deja de llorar. Sabés que mientras estés aquí, nadie podrá dañarte– Limpió sus lágrimas y la envolvió en un abrazo. Y yo estaba ahí parada sin entender que acababa de pasar.

–Perdón por pensar que eras una asesina.– La chica se acercó a mi y me dio un abrazo. Me quedé quieta, ¿cómo se supone que reaccione ante el abrazo de un desconocido? No lo sé, pero de igual manera no me molestaba.

–Bien. Tengo que hacer unas cosas. Cualquier cosa me hablan, ¿si?– Ambas asentimos a lo que la enfermera dijo.

Me dirigí a mi cama y me senté en el borde de ésta. Pensé que la paz había comenzado, pero fue todo lo contrario.

–Por qué estás aquí?– Se sentó a mi lado y me dio una sonrisa ¿cómo puede actuar tan normal después de pensar que la iba a asesinar y terminar llorando?

–Yo estoy aquí porque tengo trastorno límite de la personalidad.– Eso explica todo.

–Y tú?– Preguntó de nuevo. Dios, deja de hacer tantas preguntas y déjame tranquila aunque sea 5 minutos.

–Deja de hacer preguntas ¿quieres? Es irritante– Suspiré molesta y me levanté para sacar mi pijama. Al parecer se estaba poniendo el sol.

–Pero, quiero ser tu amiga, ¿tu no quieres ser mi amiga?– Sus ojos se aguadearon y unas cuántas lágrimas salieron de éstos.

–Si digo que soy tu amiga, ¿dejarás de hacer preguntas?– Pregunté un poco cansada.

Ella asintió mientras se limpiaba las lágrimas.

–Bien, seamos amigas– Me di la vuelta y sonreí un poco forzosa. No quería ser su amiga, no quería ser amiga de nadie de aquí.

Ella sonrió y dio saltos de felicidad mientras corría por toda la habitación.

La puerta se volvió a abrir, dejando ver a las 3 chicas que faltaban. Una de  ellas era alta, con el pelo de color negro, bastante bonito. La segunda era un poco más baja, pero no tanto, con el pelo corto y rubio. La última, también un poco baja, con el pelo largo y rubio igual que la segunda.

Las tres me miraron con cara de confusión, excepto la más alta, su rostro no reflejaba expresión alguna.

–Chicas, ella es Yunjin, nuestra nueva amiga!– Eunchae se adelantó y se presentó por mí. Dios, esto sería más difícil de lo que pensé.

–Soy Kazuha, sinceramente no tengo interés en ser tu amiga, pero no te trataré mal por eso.– Entro a la habitación y se dirigió a la parte de su cama. Sacó lo que parecía ser su pijama; aunque era estúpido pensar eso, todos tenían la misma ropa, excepto yo, quién todavía era nueva. Y entro al baño.

–No le hagas caso, ella es así– Eunchae me susurró y me regalo una sonrisa.

–Soy Sakura, gusto en conocerte, Yunjin.– Sonrió. Se acercó al cajón del lado de su cama y sacó una Nintendo. Se acostó en la cama y se puso a jugar.

–Soy Chaewon, un gus...– Se quedó quieta y callada unos segundos. De repente, volvió a hablar, solo que está vez se presentó con un nombre diferente, al igual que su voz había cambiado. –HOLA!! SOY PUPU!!– Levantó su mano y saludo de manera muy rápida.

–Pupu!! Te extrañé, amiguita!– Dijo Eunchae. Dios, qué tiene con llamarle a todo el mundo "amigo" es irritante.

–Yo también te extrañé amiguita! Y ella, quién es ella!?– Me apuntó mientras saltaba de felicidad. ¿En realidad era una adolescente de 16 años ó era una niña de 5?

–Ella es Yunjin, nuestra nueva amiga!!– Ambas saltaron tomadas de la mano. Que irritante por dios.

–Un gusto... espera Chaewon, quiero seguir aquí... bueno. Nos vemos Yunjin!– La niña se despidió y de un momento a otro se quedo quieta.

Unos segundos después, la misma chica se presentó de nuevo.

–Disculpala. Tengo trastorno de identidad disociativa. Acabas de conocer a Pupu. Soy Chaewon, un gusto.– Extendió su mano. La tomé, y o no, otra vez se quedó quieta.

–¿Hola? ¿Quién eres?– Preguntó confundida. Alejó su mano de la mía.

–Soy Yunjin, acabó de conocer a Chaewon, ¿quién eres tú?– Estaba dudosa, ¿cuántas personalidades tenía ésta chica? Espero que solo 2 o 3.

–Soy Chaechae– Relajó su expresión y me sonrió.

–Un gusto– Dije sin más mientras me dirigía a mi cama y tomaba mi pijama.

Entré al baño y me cambié con la ropa que la enfermera me había dado.

–Amiguita, saldremos al comedor a cenar, te esperamos haya!– Gritó Eunchae. Escuché como la puerta se cerraba y el silencio se apoderaba de la habitació. Increíble, ni si quiera sabía donde estaba el comedor.












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No quiero estar aquí | Purinz [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora