°•|Capitulo 1|•°

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Mi principió

12 de noviembre, martes

Al despertar no escuche ningún ruido, no me sorprende, hace días que no se escucha nada en esta casa. Hecho de menos escuchar el ruido de la cocina y el olor de las tostadas que mi papá y mi mamá hacían en las mañanas, pero desde la muerte de ella, mi padre si quiera me hace caso, aunque mirando atrás, él ya había empezado a evitarme sin ninguna razón, tenían peleas, pero supongo que la muerte de mi mamá le afectó demasiado, llevaban más años juntos, supongo.

Encendí la luz de mi cuarto,  todo esta frio y triste, no me apetece ir a la escuela para nada, prefiero quedarme en casa y mirar la foto de mi mamá hasta la noche y así comenzar a pensar quien fue ese lobo, pero no puedo quedarme en casa, ya falte la semana anterior como excusa de la muerte de mi madre, pero ahora si debía ir, quiera o no, aunque ayer haya faltado, debó de ser valiente, ella siempre me lo decía, ¿quién soy yo para desobedecer? Si ella me esta viendo, debo hacerla sentir orgullosa.

Me vestí con el uniforme, ayer pude plancharlo como yo veía a mi mamá hacerlo, porque cuando se lo pedí a mi papá él solo me ignoro y se fue a su habitación y solo salió ha hacerme la cena. Varías veces fui a su habitación y él solo estaba en el ordenador, a oscuras con cosas de números o escribiendo esos números en una libreta vieja y marrón.

En la cocina no vi a nadie, nada fuera de lo común, al ver la hora me asuste, llegaba tarde a clases, que bien empiezo.

por las prisas se me olvido mi almuerzo, me tocara no comer esta vez. Algo que si había conseguido comprar, era un periódico, anoche escuche sirenas, hubo otra muerte al parecer. Antes de leerlo  vi a los demás niños, ellos jugaban alegres, sin miedo, incluso habían varios que estaban jugando al Pueblo duerme. ¿No tenían conciencia de lo qué estaba ocurriendo por las noches? ¿Acaso se olvidaron de todo este lio? Me pone nerviosa de solo de pensarlo, son todos unos insensibles, no saben respetar, la gente muriendo y ellos tomándoselo a puro chiste, es lamentable. 

Alejé mi mirada de ellos y me puse a leer las noticias, Juan Nicolas, el panadero del pueblo, es una gran lastima, hacía los mejores panes, mi madre siempre le compraba al recogerme de clases, así tenía para la cena y si quería, para la merienda, lo hecho de menos, se que tenía una hija, seguramente ella se encargara del negoció.

Una mano toco mi hombro, al levantar la vista, vi una mujer con una ropa de colores alegres, su colgante de oro tiene forma de cruz cristiana, ojos verdes esmeralda y cabello rojo rubí, que por lo que se, es teñido. es Zerenía, mi profesora, aunque no es totalmente mi profesora, ella esta en practicas aún, pero lo hace bastante bien y es muy amable con nosotros.

-¿No quieres jugar con los demás?- Una sonrisa tranquila se dibujo en su rostro.

-Ellos son unos insensibles- Respondí de una manera brusca y vi como ella se sentaba a mi lado confundida.

-¿Por qué dices eso?- Sus ojos pasaron al periódico en sus manos y creo que ella pudo entender-Ellos solo intentan no pensar en lo malo- Continuó mirando a los demás.

-Pero ellos pueden ser los siguientes, ¿por qué eso no les atemoriza?- Apreté el periódico.

No tiene sentido, ellos no saben lo que esta pasando, las únicas advertencias que nos han dado han sido que nos quedemos en casa sin abrir cortinas y que en las noches nadie salga y que se cierre con seguro, ningún adulto se ha atrevido a explicar lo que esta ocurriendo en el pueblo, puede ser que el lobo haya aparecido antes de tiempo cuando no hay ningún cupido o no hay si quiera una bruja, es bastante peligroso y nadie se atreve a explicar nada, quiero explicaciones, quiero que nos muestren que de verdad esta todo bajo control, que todo esta a salvo, me niego a creer que con un simple aviso leve deba de estar tranquila, todos son tontos, ninguno nos dio una leve esperanza y están jugando, como si nada, como si fuera un día totalmente tranquilo, como si nada.

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