°•|Pueblo duerme|•°

°•|Capitulo 5|•°

Muerte de dolor

15 de noviembre, viernes

-Nova a poder ser- Alzó la voz Hernández. -Son muchos días los cuales Reneh a dormido mal, por favor, es una niña.

Hice un puchero con mis labios, sí, quizás llevo unos cuantos días sin dormir, pero eso no significa que no pueda estar o no pueda hacer las cosas.

-Pero Hernández- Intento insistir.

-Nada, mañana hablaremos tranquilamente.

Un sonido proveniente de Hernández apareció, era una canción algo infantil, se disculpo y se apartó de nosotros.

-Hay algo que debés de saber pequeña- Los ojos de Cupido se clavaron en mi, con una sonrisa tranquila. - Él no lo puede saber, pero yo ya sé quien es el lobo- Mis ojos se iluminaron y una ola de curiosidad se apodero de mí, muchas preguntas crecían.

-No le mientas a Reneh.- Zere le dá un pequeño golpe a Daniel.-No le hagas caso, él no sabé nada se lo esta inventando.

-¡Yo sí sé!-Le devuelve el golpe.

Comenzaron a pelear, que infantiles. Me da lastima que él no sepa nada, pero pensando, él debe de estar en urgencias si esta herido, un daño así es imposible de soportar. Ahora que recuerdo, hoy la tienda de costura no estaba abierta, debe de ser él, ¡seguro!

Aunque las pruebas no sean tan seguras hay una leve probabilidad, debo decirlo.

-Reneh, vamos- Hernández me tiende la mano y yo la tomo.

-¡Es Louis!- Exclamo con emoción, pero Hernández ríe.

-No puede ser Louis, él esa noche estaba... No estaba en donde ocurrió el asesinato-Lo mire confusa.

-¿Dónde estaba?- Daniel me ha gano la pregunta.

-No puedo decirlo enfrente de ella- Dijo entre dientes.

-¡Es injusto!- Me quejo-.

No entiendo porque siempre deben de ocultarme cosas, seguro es él y solo quieren alargar la investigación. Nadie dijo nada y simplemente comenzamos a andar para salir del bosque, la noche ya estaba cayendo y el frio empezó a aparecer. Es noviembre no me sorprende.

Aunque me este ignorando sigo insistiendo en que me diga, no sé muy bien porque los adultos siempre hacen eso con nosotros se piensan que nonos enteramos de nada, pero somos más conscientes que ellos. Algún día, de alguna u otra manera me voy a enterar de la realidad, pero al saber ya quien es el lobo, me quedo más tranquila.

Al llegar a casa un olor extraño invadió el ambiente.

-¿Qué es ese olor?- Miro a Hernández y rápidamente soltó mi mano.-¿Hernández?- Estoy confundida, no sé que esta pasando. Solo corré hasta la puerta y tocá sin respuesta.

-¿Tienes la llave?- Asiento y abro, me tiemblan las manos, algo no esta bien.-Queda te aquí.- Me ordena, pero rápidamente reniego.

-¡¿Qué pasa?!-Gritó, pero solo entra sin dar alguna respuesta.

Nome voy a quedar aquí sin saber que ocurre, entró con sigilo y solo escucho leves quejidos desde el baño. El ambiente cada vez es más oscuro, angustia y incomodidad me invaden y cubren todo mi alrededor sin dejar ningún tipo de agujero. El olor se hace cada vez más fuerte, puedo mirar a través de la puerta entornada a mi papá tirado agarrándose una herida al costado del pecho y Hernández curando con una expresión de desagrado.

-¿Cómo te has hecho esto?-Empieza hablando Hernández.

-Con el martillo, la cabeza estaba mal puesta y se lanzó muy fuerte contra mí.-Intenta explicar entre quejidos hasta que me ve.- Reneh-Su expresión cambia a una preocupada.