La sirenita súper empalagosa

⌈ Capítulo 38 ⌋

⚘ Tang Sen: No soy un ser humano ⚘

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Oh, jaja.

El niño realmente pertenece a Su Majestad. Entonces la pregunta es: ¿el niño que nazca de la sirenita será un ser humano o una sirena? El médico personal tenía mucha curiosidad. Pero cuando la sirenita de a luz, él debería saber la respuesta.

Después de que Tang Sen dijo eso, el mayordomo, Tang Yi y otros quedaron atónitos por un momento antes de darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

El mayordomo estaba tan emocionado que se le llenaron los ojos de lágrimas.

—Felicitaciones a Su Majestad, felicitaciones a Su Majestad. El planeta tiene una reina y Su Majestad puede sentirse tranquila ahora.

El rostro de Tang Yi también estaba lleno de alegría. —Felicitaciones, Su Majestad.

Tang Sen le preguntó al médico privado que estaba a su lado—: ¿Hay alguna precaución?

Si Tao Tao fuera un humano, el médico personal podría decirte muchas cosas a las que prestar atención en este momento, pero Tao Tao era una sirena. Realmente no sabía a qué debía prestarle atención. Si las cosas van mal y le pasa algo a la sirenita, su final puede no ser bueno.

El médico privado sabía muy bien que no podía afrontar esta responsabilidad. Sintió que sería mejor dejarlo claro y dijo respetuosamente—: Su Majestad, Tao Tao es el primer gestador de sirenas con el que he tenido contacto, así que no estoy seguro de a qué debe prestar atención. Para los detalles, debería preguntar a su clan, ellos son los que mejor saben.

Tang Sen se despertó con las palabras de su médico personal. De hecho, ¿de qué servía preguntarle a un médico personal? La otra parte no tiene experiencia, incluso si se le confía una tarea importante, sólo puede cruzar el río palpando las piedras, pero es diferente cuando se les pregunta a las sirenas.

Tang Sen rápidamente tomó una decisión.

¿Fue sólo después de que el médico privado se fuera que Tao Tao se volvió un poco más real, él y Aseng tuvieron sólo esa vez antes y resultó en una pequeña sirena?

Los ojos de Tao Tao estaban llenos de expectativas y confusión, estaba esperando con ansias el nacimiento de la sirenita, lo confuso era que no sabía si estaba listo para ser padre.

Tang Sen se tocó el vientre y dijo—: Le diré a tu hermano que venga a hacerte compañía.

Tao Tao sacudió la cabeza y fue muy considerado.

—No es necesario, ya he crecido.

¿Cómo puede seguir confiando en su hermano para todo?

Tang Sen suspiró.

—No importa la edad que tengas, todavía eres un niño a nuestros ojos.

Tanto él como Tao Su son muchos años mayores que Tao Tao y es su responsabilidad cuidar de él.

Después de convencer a la sirenita para que se durmiera, Tang Sen se preparó para otro viaje al mar.

Sabiendo que planeaba ir al mar nuevamente, el mayordomo casi encaneció de preocupación. —Majestad, antes olvídelo, ahora que está a punto de ser padre, no puede permitirse tener un accidente.