Capitulo 8

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El enigma del jardín venenoso

Mientras Stacy profundizaba en el misterio del jardín venenoso, no pudo evitar preguntarse por qué sus padres, Sarah y Jack, no habían sido afectados por sus siniestros poderes. Los rumores que había oído sobre gente que entraba y nunca salía sólo alimentaron aún más su curiosidad. Decidida a descubrir la verdad, Stacy se embarcó en una búsqueda para investigar el jardín y descubrir qué hacía diferente a su familia. El sol de la mañana bañaba la pequeña ciudad con un cálido resplandor mientras Stacy se dirigía hacia el jardín. El camino que conducía hasta allí estaba cubierto de flores silvestres, cuyos colores vibrantes contrastaban con la entrada oscura y siniestra. Respiró hondo, preparándose para lo que le esperaba, y entró.

El aire dentro del jardín estaba cargado de un silencio inquietante, roto sólo por el susurro de las hojas en el viento. El corazón de Stacy se aceleró mientras se abría paso con cautela a través del sinuoso laberinto de plantas. El follaje parecía moverse y susurrar, como si estuviera vivo, pero ella permaneció intacta. Mientras se adentraba en el jardín, Stacy no pudo evitar recordar las historias que había oído. Los cuentos hablaban de personas que se habían aventurado en él, atraídas por el encanto del jardín, sólo para quedar atrapadas por sus encantos venenosos. Su destino permaneció desconocido, dejando tras de sí un rastro de misterio y miedo.Pero ¿por qué se habían salvado sus padres? Stacy reflexionó sobre esta pregunta mientras examinaba las plantas a su alrededor.

 Siempre había sabido que su familia era diferente, pero este jardín parecía contener la clave de su inmunidad. No podía evitar la sensación de que había una conexión, un secreto oculto esperando ser desvelado. Perdida en sus pensamientos, Stacy de repente se topó con un claro escondido dentro del jardín. La luz del sol se filtraba a través del dosel, arrojando un brillo eterno sobre la escena. En el centro había un árbol magnífico, cuyas ramas se elevaban hacia el cielo. Sus hojas brillaban con un tono dorado, irradiando un aura de tranquilidad. Stacy se acercó al árbol con cautela, su corazón latía con anticipación. Mientras se acercaba, un suave susurro llenó el aire, apenas audible pero claro. "Hija del jardín, buscadora de la verdad", murmuró la voz, haciendo que Stacy se quedara sin aliento en la garganta. "Estás intacto, porque dentro de ti reside el poder del jardín".

La confusión y la emoción se arremolinaban en la mente de Stacy. Siempre había sentido una profunda conexión con la naturaleza, pero ¿podría ser que este jardín albergara una parte de ella? No podía negar el atractivo, la inexplicable atracción que sentía hacia este lugar. Con una nueva determinación, Stacy decidió profundizar en los secretos del jardín. Descubriría la verdad, no sólo para todos aquellos que se habían perdido en sus profundidades. Encontraría una manera de romper la maldición que mantenía cautivos a su padre y al jardín, y tal vez al hacerlo, finalmente entendería por qué sus padres permanecieron intactos.Mientras continuaba su exploración, Stacy no pudo evitar sentir una sensación de esperanza. El jardín venenoso guardaba muchos misterios, pero estaba decidida a desentrañarlos todos. No sabía que su viaje la llevaría a revelaciones inesperadas, poniendo a prueba su coraje y determinación de maneras que nunca hubiera imaginado.

Continuará...

Mi Jardin VenenosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora