Capitulo 3

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Amor prohibido

El jardín venenoso había sido testigo del desarrollo de la tragedia y del peso de los secretos. Pero en medio de la oscuridad, surgió un rayo de esperanza cuando Jack finalmente encontró el coraje para confesar su amor por Sarah. El peso de sus experiencias compartidas los había acercado y, en ese momento vulnerable, Sarah decidió darle una oportunidad a su amor.Sus corazones bailaron con anticipación, sus almas entrelazadas en un delicado abrazo. Pero su nueva felicidad duró poco, porque el mundo fuera del jardín venenoso tenía otros planes para ellos. Los padres de Jack, tradicionalistas acérrimos, se opusieron vehementemente a su relación, considerándola inadecuada y prohibida. 

El peso de las expectativas sociales pesaba sobre los hombros de Jack, amenazando con aplastar su espíritu. Anhelaba la libertad de amar abiertamente a Sarah, de explorar las profundidades de su conexión sin temor a ser juzgado. Pero los muros que los rodeaban se hacían más altos y más asfixiantes cada día que pasaba.Llevados al límite, Sarah y Jack tomaron una decisión audaz. Huirían, escaparían de las garras de su realidad opresiva y buscarían consuelo en el santuario del jardín venenoso. Fue una elección arriesgada, pero su amor ardía con demasiada fuerza como para ser extinguido por las limitaciones de la sociedad. Al amparo de la noche, se escabulleron de sus hogares, con el corazón latiendo con una mezcla de miedo y emoción. 

Su destino estaba claro, su camino guiado por los recuerdos de sus encuentros pasados ​​con el jardín venenoso. Conocían los riesgos, pero estaban dispuestos a afrontarlos juntos.Cuando volvieron a poner un pie en el jardín, una sensación de liberación los invadió. Los caminos familiares les dieron la bienvenida, como si reconocieran el anhelo de libertad de sus almas. La flora venenosa susurró secretos de resistencia y desafío, instándolos a abrazar su amor sin dudarlo. Los días se convirtieron en noches, y Sarah y Jack encontraron consuelo en el abrazo del jardín. Se revelaron en la belleza de las flores venenosas, sus colores vibrantes reflejaban la intensidad de su amor. En este santuario prohibido, estaban libres de juicio, libres para ser ellos mismos sin las ataduras de las expectativas sociales.Pero a medida que pasaban los días, el mundo exterior empezó a invadir su idílico refugio.

 Se difundieron rumores sobre su desaparición y se intensificó la búsqueda de los jóvenes amantes. El jardín venenoso, que alguna vez fue un lugar de refugio, ahora se convirtió en un campo de batalla entre su amor y las fuerzas que buscaban separarlos. Con cada día que pasaba, su determinación se hacía más fuerte. Sabían que no podían esconderse para siempre, pero estaban decididos a luchar por su amor, a desafiar las limitaciones que buscaban asfixiar su felicidad. El jardín venenoso se convirtió en un símbolo de su resiliencia, un testimonio de su compromiso inquebrantable entre sí.Pero el destino les tenía reservados otros planes. En una fatídica noche, mientras yacían bajo las estrellas, el jardín venenoso desató su ira. Una serpiente venenosa, con los ojos brillando con malicia, golpeó a Jack con precisión mortal.

 Sarah gritó horrorizada y su mundo se desmoronó a su alrededor. Ante la tragedia, su amor ardió más que nunca. Jack, debilitado por el veneno que corría por sus venas, susurró su amor eterno por Sarah, instándola a escapar de las garras del jardín y vivir una vida libre de la carga de su amor prohibido.Con lágrimas corriendo por su rostro, Sarah le hizo una promesa solemne a Jack. Ella honraría su amor, llevaría su memoria en su corazón y continuaría luchando por un mundo donde el amor no conociera fronteras. Y mientras se alejaba del jardín venenoso, con el corazón pesado por el dolor, juró no olvidar nunca el santuario que habían creado dentro de sus senderos retorcidos. El jardín venenoso les había quitado mucho, pero nunca podría extinguir la llama de su amar. Siempre seguirá siendo un lugar de recuerdos agridulces, un testimonio de la fuerza de su conexión y un recordatorio para luchar por el amor, incluso frente a la adversidad.

Mi Jardin VenenosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora