Capitulo 5

1 0 0
                                    

Una reunión desesperada

Mientras Sarah se despedía del jardín venenoso, no sabía que su visita había puesto en marcha una cadena de acontecimientos que desafiarían toda lógica y razón. Porque en lo más profundo del jardín, a Jack, su amor perdido, se le había concedido una segunda oportunidad en la vida. Jack había despertado a un mundo que era a la vez familiar y extraño. El jardín venenoso lo había cambiado, transformándolo en algo de otro mundo. Su espíritu, una vez amable, había sido consumido por un anhelo desesperado, un deseo insaciable de reunirse con su amada Sarah. Impulsado por una fuerza inexplicable, Jack se aventuró a salir del jardín, guiados sus pasos por una mano invisible. Buscó a Sarah con un fervor que rayaba en la obsesión, y le dolía el corazón por la conexión que habían perdido hacía tantos años.

Sarah, sin darse cuenta de la resurrección de Jack, se había adaptado a una vida de satisfacción, criando a su hijo y atesorando los recuerdos de su amor. Pero el destino quiso que sus caminos estuvieran destinados a cruzarse una vez más. Una noche fatídica, mientras Sarah estaba sentada junto a la chimenea, recordando su pasado compartido, alguien llamó a su puerta. Su corazón dio un vuelco cuando la abrió y se le cortó el aliento en la garganta. Allí estaba Jack, con los ojos llenos de una mezcla de desesperación y amor. Las lágrimas corrieron por el rostro de Sarah cuando vio al hombre por el que había llorado durante tanto tiempo, ahora de pie frente a ella. Pero cuando extendió la mano para tocarlo, para asegurarse de que era real, sintió un escalofrío recorrer su espalda. El toque de Jack era frío, su presencia teñida de una energía de otro mundo.Jack le suplicó a Sarah, su voz llena de una mezcla de desesperación y anhelo.

 Habló del jardín venenoso, de su resurrección y de la necesidad insaciable de estar con ella una vez más. El corazón de Sarah oscilaba entre la alegría y el miedo, dividida entre el amor que una vez había conocido y la oscuridad que parecía rodear a Jack. Pero en el fondo, Sarah sabía que éste no era el mismo Jack que había amado. Había sido cambiado, consumido por la esencia misma del jardín venenoso que se lo había llevado. La desesperación en sus ojos le provocó escalofríos y se dio cuenta de que su reencuentro sólo podría conducir a una mayor tragedia.Con el corazón apesadumbrado, Sarah reunió la fuerza para decirle a Jack la verdad. Habló de la vida que había construido, de su hijo y de la imposibilidad de su reencuentro. 

El rostro de Jack se contrajo de angustia, sus ojos suplicaban comprensión, pero Sarah se mantuvo firme en su resolución. Mientras cerraba la puerta detrás de ella, Sarah no pudo evitar sentir una mezcla de alivio y tristeza. Había amado a Jack con todo su corazón, pero sabía que sus caminos se habían desviado irreparablemente. El jardín venenoso le había dado a Jack una segunda oportunidad en la vida, pero también le había quitado la esencia de su humanidad. Y así, Sarah continuó su viaje, abrazando la vida que había creado, atesorando los recuerdos de un amor que había desafiado todos los pronósticos. 

El jardín venenoso había vuelto a tejer su magia oscura, pero esta vez, Sarah tenía la fuerza para resistir su encanto. En cuanto a Jack, siguió siendo una figura trágica, atrapado para siempre entre los reinos de la vida y la muerte, consumido por un anhelo desesperado por un amor que nunca podría existir. El jardín venenoso le había concedido una retorcida resurrección, pero también le había condenado a una eternidad de anhelo y desesperación. Y pasaron los años, el jardín venenoso permaneció como un inquietante recordatorio del amor que una vez ardió con tanta intensidad, ahora perdido en las sombras del arrepentimiento y la imposibilidad.

Mi Jardin VenenosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora