A la mañana siguiente Soobin tuvo que batallar mucho más de lo normal para poder levantarse de la cama, se sentía demasiado cómodo y seguro entre las sábanas.
—¡Hyung!
El rubio abrió los ojos en cuanto sintió un par de manos y pies subiendo apresurados a la cama hasta tenderse sobre su abdomen —¡Sunoo!— exclamó riendo y tosiendo por la repentina falta de aire. El infante rió a carcajadas —Me dijiste que cuando siguieras dormido hasta tarde debía hacer lo que fuera para levantarte, y ya es tarde— sentenció con una sonrisa traviesa mientras se sentaba sobre el abdomen de su hermano.
—Sé lo que dije, pequeño demonio. Levántate para que pueda ir a preparar el desayuno.
—¿Hotcakes?
—Hotcakes.El pequeño niño gritó emocionado para después saltar de la cama y mirar a su hermano mayor con ilusión —¿Y helado de chocomenta?— propuso con una sonrisa y provocando que Soobin frunciera la nariz —Mmmm, cenaremos helado de chocomenta si te portas bien hoy con Beomgyu, ¿Hecho?— Sunoo asintió varias veces —¿Me lo prometes con el corazón?—, —Con el corazón, enano— el mayor revolvió el cabello de su hermano antes de bajar los pies de la cama también —¡Recordaré esto!— prometió el pequeño castaño antes de salir corriendo para preparar la mesa.
Soobin dejó a su hermano menor tomando su desayuno mientras él se cambiaba y maquillaba un poco su cara en un vago intento por disimular las ojeras que delataban el haber pasado toda la noche en vela pensando en aquel beso robado.
¿Cómo carajos se supone que pase dos horas a solas con él después de eso?
¿Y si me golpea por haberlo rechazado?
¿O si...?
Tenso, el rubio tocó sus labios delicadamente con la punta de sus dedos —¿O si intenta besarme otra vez?— preguntó para si mismo mirándose al espejo.
—¿Quién intentará besar a mi hyung otra vez?— Sunoo yacía parado en la puerta con la mirada fija en su hermano mayor y la cabeza ladeada en señal de la gran curiosidad que sentía por lo que acababa de oír —¡Sunoo!— Soobin se llevó una mano al pecho para dramatizar el sobresalto que había sentido.Además de intentar distraer al niño de sus repentinos nervios.
—Deberías estar terminando tu desayuno— el chico se apresuró a tomar su mochila y salir de la habitación que compartía con el niño —Ya terminé— anunció este último —Y Beomgyu hyung está afuera ya—.
Soobin se maldijo en sus adentros.¿Cuánto tiempo había pasado mirándose en el espejo y pensando en Yeonjun?
—Vamos ya entonces— lo siguiente fue abrir la puerta para encontrar a su mejor amigo ahí parado —¿Por qué tardaste tanto?— preguntó el castaño sonriendo en la entrada.
—Es que Soobin hyung se estaba preguntando si lo intentaran besar otra ve...
El mencionado se apresuró a cubrir la boca del menor para después soltar una risita nerviosa al ver la expresión sorprendida de Beomgyu —Niños, su imaginación es increíble— carraspeó —Hace poco hice la despensa, las alacenas están llenas, pero Sunoo dijo ayer que quería pizza. La tarjeta de crédito está en...— el castaño mayor le frenó negando con la cabeza —Sabes que puedo comprarle de comer yo, ¿Cierto?— Soobin sonrió —Ya me ayudas mucho cuidándolo gratis, Gyu. No quiero abusar— tomó sus llaves y besó la frente de su hermano antes de abrir la puerta.
—La tarjeta está en el buró a lado de mi cama. Hoy no trabajo, así que...
—Llegarás como a eso de las cinco. La comida estará lista para que podamos comer juntos en cuanto llegues, le daré un baño a Sunoo antes de llevarlo a la escuela y me aseguraré de que haga sus tareas, ¿Era eso?
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Cuentos De Invierno En Otoño
Fiksi Penggemar¿Qué tanto estás dispuesto a sacrificarte por amor?