Unión forzada / Kyunaru_ Kuranaru

Capítulo XIII

-Naruto, siento haberme alejado tan repentinamente, es sólo que tenía que saludar a Choji e Ino. Realmente lo siento, no pasara de nuevo- dijo Shikamaru. Se había acercado a mí hace unos pocos seguntos despues de una larga plática con Choji e Ino, ni siquiera había volteado a ver cómo me encontraba en las horas que estaba distraído con ellos. Bufé harto ante sus últimas palabras, no me consideraba a mí mismo lo suficientemente ingenuo o estúpido para caer ante la misma cosa dos veces.

Miré disimuladamente hacia los lados, todos estaban en sus conversaciones pero pude ver claramente como su interés se mantenia fijo en mí. Sentí ganas de reírme de mí mismo por como había llegado a confiar en personas como ellos, tan volubles y superficiales. Suspiré y apoyando mis manos sobre la mesa me levante con calma, mordí mi mejilla controlando mi enojo y di un rápido vistazo a Shikamaru- No hay nada de que disculparse, Shika, estoy con todos ustedes, mis amigos, no es necesario que siempre estes a mi lado cuando los tengo a todos- metí mi mano a mi bolsillo en busca de un poco de dinero, había unas cuantas monedas que mi madre me había dado para que me comprara unos cuantos dulces, con resignación las tomé colocando mi palma sobre la mesa, dejando las monedas- Bueno, es una lástima. El tiempo ha pasado demasiado rápido es hora de que me retire.

-Espera, te acompaño, Naruto- miré de nuevo a Shikamaru, acaso no le había quedado claro que en estos momentos quería alejarme de todos.

-No es necesario, por favor, quiero que sigan disfrutando de la reunión- señale, dirigiéndome hacia la puerte ahogando cualquier intento de réplica.

Empuje la puerta del restaurante saliendo con velocidad, en mi prisa perdí un poco de vista mi entorno y no me di cuenta de que Hinata me seguía. Cuando me tomo de la muñeca finalmente note su presencia, volteándome para verla.

-Nar...Naruto-kun, esta todo bien, te veías algo incomodo en el restaurante pensé que tal vez por eso querías irte antes. No quiero que te sientas así, quiero ayudarte- tartamudeó, manteniendo su mirada en el suelo. Sentí la inmediata necesidad de sacudirmela de encima, con que cinismo venía a preguntarme si estaba bien, cuando incluso me confirmaba haberse percatado de mi incomodidad mas no haber hecho nada; antes de que pudiera hacerlo, Kurama me interrumpió.

-Vaya, ésto sí que es interesante. Zorrito, necesito que me hagas caso en esto, siguele la corriente- articuló Kurama entre risas. Suspiré, ¿por qué este día estaba siendo tan malditamente largo?

-Tienes razón, Hinata- sonreí a través de mis propios sentimientos contradictorios- Yo siento que estoy separando al grupo, realmente quiero llevarme con todos ustedes igual que antes pero no sé que hacer para lograrlo- que asco me estaban dando mis palabras en estos momentos.

-Yo...yo pod...podría ayudarte con los demás, Naruto-kun, que te parece si nos reunimos mañana en Ichiraku para hablar un poco de eso- ¿pero que rayos?, su propuesta se veía rara.

Kurama río con fuerza, distrayéndome- Como amo tu inocencia, pequeño zorrito. Dile que sí.

-Creí que no me dejarías acercarme a nadie demasiado, ¿qué cambio?- pregunté no pudiendo ocultar mi curiosidad.

-No te confundas, zorrito. Es sólo que ésto es algo necesario que nos ayudara después  y créeme cuando te digo que no importa que, ni ella ni nadie será capaz de tocarte más de lo que yo permita, sigues siendo mío sin importar que, Zorrito. Ahora dilo, sigue mi orden.

-Sería perfecto, Hinata.

...

-No me podrás contactar por un tiempo, Zorrito, hay asuntos que tengo que atender.

-¿Estarás ausente por mucho tiempo?- pregunté después de unos momentos, somñoliento mientras las colas de Kurama me acurrucaban, en lo que ahora se había convertido en la rutina.