Capitulo 1 "Aprisionado"

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"¿Y tú por qué estás aquí niño?"

Izuku Midoriya, un niño de apenas 13 años, fue lanzado y olvidado a la prisión de máxima seguridad 'Tartaro' bajo el único pecado de... saber demasiado.

"..."

No respondió, su mirada está perdida mientras miraba la nada dentro de su oscura celda. Dentro de ella, no existía el día o la noche, ni noción del tiempo a la cual aferrarse, solo la infinita oscuridad.

"Déjalo, seguramente no pudo controlar su quirk y causó una masacre"

Una voz femenina habló desde al lado de la celda de Midoriya.

"¿Tu crees? En ese caso, ¿qué hace aquí?" El tipo se sentó en el piso y se llevó la mano a la barbilla "No se supone que deberían haberlo llevado a un centro de detención o algo así?"

El estaba en lo correcto, existían medidas que tomar en estos casos, lugares donde se llevaban a los niños con dones poderosos y se les enseñaba a usarlos... o a no usarlos, dependiendo del caso.

"¿Qué esperas de esos malditos corruptos? Seguramente el chico tuvo mala suerte y daño a alguien con poder capaz de hacer que se pudra aquí el resto de su miserable vida" La voz femenina habló con odio en su voz

"¿Sigues con eso? Deberías estar en un psiquiatra en lugar de aquí, vieja loca" Escupió el tipo

"¿Crees que te desharás de mi tan fácilmente?" La mujer levantó una ceja

THUMP

Interrumpiendo su conversación, el joven Izuku pronto cedió y cayó al suelo desmayado sin razón aparente.

"¡Ey niño!" La mujer alzo la voz con cierta preocupación

"No te hacía caso antes, ¿crees que te escuchará ahora que está medio muerto?" El tipo habló sin aparente interés

Ella lo ignoró y trato de pasar su brazo a través de los barrotes de su celda hacia la celda del niño que se hallaba en la celda de al lado.

TUUUUUT

Tomando por sorpresa a la mujer que rápidamente volvió a meter su brazo, una puerta de metal al final de un pasillo se abrió y tres guardias entraron, uno con un carrito con bandejas encima, y dos guardias armados que iban detrás.

"¡Hora de la comida señoritas!" Su voz, aunque sin la intención de gritar, sonó por todo el lugar

La prisión como tal estaba dividida en bloques, cada bloque contenía 4 celdas en su interior, cada una individual, no distinguían razas, ni estatus, ni sexo, ante sus ojos, los que llegaban ahí no eran más que animales abandonados por el mundo. Sin embargo, había una única distinción... el poder.

Los criminales más peligrosos y/o con dones de naturaleza violenta eran separados en bloques diferentes, ya sea reforzados, a prueba de balas, y en su mayor medida, anti dones. Debido a que los bloques anti dones requerían un gasto elevado para su fabricación, la mayoría de reos solo llevan esposas que restringen el uso de sus dones, sin embargo, cuando se trata de criminales muy peligrosos, se construyen bloques enteros con esta propiedad.

Izuku Midoriya, tuvo la mala suerte de ser arrojado junto a dos de los criminales más peligrosos en 'Tartaro', lo que significa que se encuentra en un bloque única y exclusivamente con solo estos dos criminales, ya sea por un motivo u otro, terminó aquí.

"Espero que les gusten los frijoles~" El guardia hablaba con cierto tono amable, contrastando la macabra sonrisa que tenía en la cara

La mujer adentro se limitó a sentarse y guardar silencio, sin embargo el hombre...

El discípulo supremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora