En Otra Vida †Historias Cortas†

La última misión

Reblix y Saiyomix, dos experimentados guardaespaldas, estaban a punto de colgar sus chalecos y retirarse del mundo de la seguridad. Sin embargo, una amiga cercana les pidió un último favor: hacerse cargo de una misión especial.

La relación entre Reblix y Saiyomix era más que profesional; eran inseparables colegas. Reblix admiraba la expresividad y alegría con la que Saiyomix enfrentaba cada desafío. Saiyomix demostraba una fuerza excepcional que dejaba a todos impresionados.

Así que, con una mezcla de nostalgia y determinación, Reblix y Saiyomix aceptaron la tarea. No importaba que fuera su último trabajo.

"La amiga" les aseguró que esta última misión sería sencilla y tranquila, ya que el cliente aparentemente no tenía enemigos. Sin embargo, Reblix no podía evitar sentir una mezcla de nervios y emoción. Su sexto sentido no se equivoca. Pero después de todo, había compartido tantas experiencias con Saiyomix, enfrentando peligros juntos y confiando el uno en el otro.

La promesa que Reblix se hizo a sí mismo era clara: después de esta misión, confesaría sus sentimientos a Saiyomix. No importaba si era el último trabajo o no; quería decirle cuánto significaba para él. Imaginaba un futuro en el que vivirían juntos, compartiendo aventuras, protegiéndose mutuamente como habían hecho hasta ahora.

Así que, mientras se preparaban para la misión, Reblix ensayaba mentalmente las palabras que le diría a Saiyomix. ¿Cómo expresaría todo lo que sentía? ¿Cómo le haría saber que quería más que una amistad?  Estaba decidido a tomar ese riesgo.

[...]

El día crucial finalmente llegó, y la velada transcurrió de manera aparentemente tranquila. Sin embargo, Reblix percibió un comportamiento extraño por parte del cliente, como si estuviera a la expectativa de algo. La tensión en el aire era palpable.

Cuando se disponían a retirarse, Reblix notó que algo no estaba bien. Con voz calmada y serena, le pidió a Saiyomix que fuera a buscar algo para beber. Pero en realidad, era una excusa para alejarla del peligro inminente. Saiyomix caminó unos cuantos metros, y entonces, los disparos resonaron en el aire.

Temerosa de lo que podría encontrar, Saiyomix se dio la vuelta y vio el cuerpo de Reblix tendido en el suelo, rodeado de un charco de sangre. Corrió hacia él, lo tomó en sus brazos y repetía una y otra vez que no se fuera. Reblix, con sus últimas fuerzas, susurró las palabras que había guardado en su corazón: "Te amo".

En ese momento, el mundo se detuvo para Saiyomix. Las lágrimas caían mientras sostenía a su compañero, su amigo y, quizás, algo más. El tiempo se desvanecía, y solo estaban ellos dos en ese instante trágico.

En ese último aliento, Reblix dejó su confesión en el aire, y Saiyomix lo sostuvo con todo su ser. Reblix había cumplido su promesa, aunque en circunstancias desgarradoras.

[...]

Saiyomix, ahora sola tras la partida de su fiel compañero, se encontraba en un conflicto interno. El cliente había sobrevivido, y eso, en principio, era algo positivo. Sin embargo, no podía evitar sentir culpa por haber confiado en las palabras del cliente y haber aceptado la misión con tan poca preparación.

La promesa de confesión de Reblix aún resonaba en su mente, y el dolor de su pérdida era abrumador. Saiyomix se debatía entre la ira y la tristeza. Las lágrimas se mezclaban con la lluvia que caía sobre su rostro, y su corazón estaba en pedazos.Los recuerdos de los momentos compartidos con Reblix la atormentaban. Cada risa, cada desafío superado y, sobre todo, "La última misión".

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¡He vuelto!
Después de más de un año...