32. You did not!

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– Leigh ¿Qué haces aquí? – Emitió Amy viendo entrar a su hija, se veía despeinada y con la ropa nada prolija como siempre

– Voy a mi habitación a dormir... – Sonrió falsamente pasando por la cocina en dirección a las escaleras

– ¿Por qué no vas a tu casa? – Preguntó lo obvio

– Diré esto una sola vez – Volteó Leigh acercándose a la barra de la cocina en dirección a su mamá

– Leigh... ¿Tan temprano aquí? – Dijo Jules bajando las escaleras

– Que bien que estás aquí... únete a la fiesta – Sonrió Leigh viendo a su hermana quien se acercó extrañada a ellas – Terminé con Barbara, ya no nos vamos a casar, espero que la noticia te haga inmensamente feliz – Le sonrió falsamente a su hermana – Me voy a dormir

– Un momento – La detuvo su madre – Barbara y tú se van a casar ¿Cómo es que terminaste con ella de repente? – Preguntó sin entenderlo

– No, no nos vamos a casar, porque Barbara es demasiado para mí, no puedo con el trabajo y mi vida personal, he estado haciendo malabares todo este tiempo y al final sólo la decepciono a ella y a la compañía, ustedes no saben la carga de estrés y preocupación que tengo día a día, me voy a la cama pensando lo que tengo que hacer, lo que me falta, que Barbara necesita o quiere una cosa u otra o la boda o lo que sea y ya no puedo más... yo ni sé lo que quiero, pero no puedo vivir una vida en la que mi mente no para ni dos segundos de pensar que tengo que hacer cosas, no puedo dormir sólo por sentirme agotada para ni bien tener conciencia volver a sobrepensar en lo mismo, en tratar de hacer cada cosa bien... yo... – Se llevó las manos al cabello tirándolo para atrás – No puedo seguir aparentando por fuera que todo es perfecto cuando por dentro sólo quiero gritar lo más que pueda sin que me importe que desgarro mi garganta o tengo que hacer otra cosa, no puedo, no quiero, se siente horrible, me estoy ahogando en mi propia vida y Barbara no lo entiende, ustedes tampoco, nadie va a entender lo que yo siento, así que mientras Jules debe estar feliz de que terminé con Barbara, yo soy miserable porque no puedo hacer todo y a la vez mantener a mi chica feliz, soy un fracaso, así que no, mamá, no habrá boda, no habrá nada... y tráguense su mierda de que "yo puedo con todo", porque no puedo, no más, no busco que nadie me entienda, sólo dormir en paz ocho putas horas – Respiró profundamente

– Leigh... – Jules tomó el brazo de su hermana – No me alegro de que seas miserable, jamás en la vida me pondría feliz porque te esté pasando algo así, yo no tenía ni idea de que te estaban pasando tantas cosas, no creí que...

– No importa – Emitió rendida viendo los ojos de su hermana menor – Ya pasó... iré a descansar y tal vez después de un café y comer algo podamos hablar con más calma

– Barbara ha estado muerta de la angustia por ti ¿Hablaste con ella? – Intervino su madre que entendía sus palabras, la mierda de autoconvencerte de que "eres increíble y puedes afrontar todo lo que te arroja la vida" era algo que había dejado en el pasado

– Vengo de allá – Emitió sintiendo sus ojos empañarse de lágrimas – Voy a mi habitación – Se dio la vuelta en dirección a las escaleras

Corrió hasta llegar a su habitación, cerró la puerta con seguro y se tapó la boca no queriendo hacer ruido mientras lloraba, se sentía terrible, la mezcla de emociones que tenía ahora no se la deseaba a nadie, desde la frustración, tristeza, enojo, incertidumbre, desamor; estaba hecha un manojo de negatividad; pero se lo merecía, ella no podía arruinarle la vida a Barbara o peor aún vivir a costas de su trabajo y todo lo que logró desde tan joven, no le haría ese daño.

Seductive Games | BarLeighDonde viven las historias. Descúbrelo ahora