Chlöe se sorprendió al entrar al apartamento de Harley; no era tal y cómo lo esperaba. Estaba ordenado y limpio, con los muebles colocados con buen gusto y libres de polvo. La decoración era sin duda la de una mujer domesticada; se veía hasta en las tazas de café con leyendas simpáticas y las cazuelas que colgaban de ganchos ornamentados junto al fogón. Era evidente que había manejado un presupuesto ajustado, hasta en los cortes de cabello y las pijamas de sus hijos. Se parecía bastante a la familia y el hogar con lo que ella siempre había soñado.
Swartz recordó por el informe que los chicos tenían nueve y quince años; el mayor era Kevin y el menor Dalton. Cuando le conoció estaba muy claro que Dalton había estado llorando de lo lindo; sus ojos azules estaban ribeteados de manchas rojizas y abultadas.
Kevin, por otra parte, parecía más enfadado que otra cosa. Cuando se acomodaron y Potter tomó la palabra, fue perfectamente obvio que trataba de hablarles en un tono que estaba caballo entre la condescendencia y un maestro de preescolar esforzándose demasiado.
Chlöe se encogió por dentro mientras Potter hablaba.—Necesito saber si tu madre tenía amigos —Dijo Potter
Estaba de pie en el centro de la habitación con los chicos sentados en el sofá de la sala de estar. La hermana de Harley, Jennifer, estaba de pie en la cocina contigua, fumando un cigarrillo junto al fogón con la campana extractora en funcionamiento.
—¿Quieres decir como un novio? —Preguntó Dalton
—Claro, eso podría ser un amigo—dijo Potter —pero no quiero decir eso. Cualquier hombre con el que pueda haber hablado más de una vez. Incluso alguien como él cartero o alguien en la tienda de comestibles.
Ambos chicos miraban a Potter como si esperarán que realizara un truco de magia o quizá que entrará en proceso de combustión espontánea. Chlöe hacia lo mismo. Nunca le había oído hablar en un tono tan suave. Era casi gracioso escuchar un tono tan apaciguador saliendo de su boca.
—No, claro que no —Responde Dalton
—No —Kevin asintió. —Y tampoco tenía un novio. No que yo sepa.
Chlöe y Potter miraron a Jennifer junto al fogón en busca de una respuesta. Ella se encogió de hombros.
La detective estaba bastante segura de que Jennifer entrado en algún tipo de shock. Le comenzó a preguntar a los niños si no tenian algún familiar que pudiera cuidar de ellos, ya que Jennifer no parecía una tutora apta en este momento.
—Y bien, ¿hay alguna persona que vosotros y vuestra madre no os llevaraís bien? —Preguntó Potter, mirando a los niños fijamente y prosiguió al notar el silencio —
¿Alguna vez la oyeron discutir con alguien?Dalton simplemente sacudió la cabeza. Chlöe estaba bastante segura de que el chico quería echarse a llorar de nuevo. En cuanto a Kevin, miró directamente a Potter con desdén.
—No —dijo —no somos imbéciles. Sabes lo que está tratando de preguntarnos. Quiere saber si podemos pensar en alguien que pueda haber matado a nuestra madre ¿verdad?
Parecía que a Potter le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Echó una mirada nerviosa a Chlóe, pero se las arregló para recuperar la compostura de prisa.
—Bueno, pues sí —dijo Potter —ahí es donde quiero llegar, pero está claro que no tienen ninguna información.
—¿Usted cree? —responde Kevin
Hubo un momento de tensión cuando Chloe tuvo la certeza de que Potter se iba a poner duro con el chico.
Kevin miraba al detective con dolor en su expresión, casi retando a Potter a que siguiera.—Bueno, creo que ya les molesté bastante. Gracias por su tiempo —dice Potter
—Espera —dijo Chloe, con la objeción saliendo de su boca antes de que pudiera pensar en detenerla.