¿Y si nos perdonamos?

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La tensión en el campo de Quidditch aumentaba cada vez más mientras los jugadores se alzaban feroces sobre las escobas, dispuestos a darlo todo por sus equipos y ñor gabar el partido.

La fanaticada de Slytherin estaba segura y confiada de ganar, cantaban y alababan a sus jugadores hasta que les dolía la garganta. Estaban listos para presumir una nueva victoria de su equipo, pero Gryffindor no se quedaba corto. Los leones cantaban a todo lo que les daba sus pulmones hasta que se quedaban sin aire.

Ron sudaba sobre su escoba, aún con el frío que hacía, estaba nervioso, muy nervioso. Era su primera vez jugando a nombre de su equipo, aunque ya había jugado antes con sus hermanos, era la primera vez que lo hacía en frente de un público tan grande y también tenía miedo de decepcionar a Wood, quien le había depositado su confianza.

El partido empezó con un silbatazo de Madame Hooch, los jugadores se elevaron en el aire con sus escobas mágicas. Los guardianes se posicionaron en sus lugares, los gemelos Weasley se encargaban de alejar a las molestas bludger para que no golpearan a los jugadores de su equipo. Oliver Wood, el capitán, trataba de anotar todos los puntos que pudiera, poniendo toda su esperanza sobre su más nuevo buscador.

Harry y Ron se mantenían quietos en el aire, en busca de algún destello proveniente de la tan deseada snitch dorada. Hasta que en los ojos azules del pelirrojo resplandeció un pequeño indicio de una luz dorada, a lo lejos, atrás, más a la derecha del capitán de Slytherin.

El azabache se encontraba tal vez unos centímetros más lejos del objetivo para ganar el partido, y el Weasley menor en aquel momento lo aprovecharía tanto como pudiera, pero al parecer ambos ya habían notado

Se lanzó por la snitch, atajandose con sus piernas y su brazo izquierdo de la escoba, estirando lo más que oudiers su brazo derecho.

Ambos buscadores iban casi a la misma velocidad y distancia, superandose tan solo por el largo de sus brazos y dedos. Y...

Los vitores de Slytherin aumentaron mucho más, gritaban con efusión. El partido había terminado y Harry les había otorgado la victoria.

Entre el público, Blaise y Draco se encontraban juntos, Draco ovacionaban y aclamaba por sobre todo a su amigo azabache. Mientras que Blaise suspiraba y solo se mantenía de brazos cruzados.

Wood suspiró y bajó al suelo, igual que el resto de jugadores.

—Buen trabajo, pequeño —felicitó a Ron.

De todos modos, el niño era alguien sin experiencia, pero para ser su primera vez jugando de esa manera lo había hecho muy bien, con más práctica, de seguro ganaban el próximo partido.

Los Slytherin felicitaban a Harry, y él les agradecía, sin embargo, vio como Ron se alejaba de la multitud.

Se escabulló entre las personas, y eso lo notaron las otras dos serpientes que eran sus amigos, se mantuvieron unos pasos más atrás de dónde ahora se encontraban Potter y Weasley.

—¿Qué quieres? —preguntó, Ron, escuchando sus pasos y volteandose para mirarlo a la cara.

El silencio prevaleció durante unos segundos, que para los dos chismosos detrás de una pilastra fue casi eterno.

—Tenemos que hablar, ¿no crees? —respondió con otra pregunta.

El pelirrojo chasqueó la lengua, desvío la mirada y se cruzó de brazos.

—Perdón —susurró con vergüenza—. No sé por qué hice aquello.

El viento sopló y movió las capas de ambos niños. Mientras que Draco se aguantaba las ganas de estornudar.

—No es momento para alergias, shh —susurró Blaise.

—Estás perdonado —dijo Harry.

Ambos se abrazaron y en ese momento, detrás de la pilastra, el rubio empezó a estornudar, mientras el moreno trataba de cubrirle la boca para que no hiciera ruido.

Ron y Harry se acercaron a aquellas serpientes curiosas. Malfoy se sonrojó y Zabini soltó una risa nerviosa.

Y, al final, todos terminaron riéndose.

☆゚.*・。゚

Los días pasaban en Hogwarts, la relación de amistad entre Harry, Draco, Blaise y Ron se hizo más fuerte mientras pasaban los días, a esta rara amistad también se habian sumado Theodore Nott, Pansy Parkinson, Hermione Granger y Neville Longbottom

Todo Hogwarts opinaba que ese grupito de amigos era extraño, pero también una mezcla perfecta entre la valentía Gryffindor y la egolatría Slytherin. El grupo de oro, inseparables.

Pero había una amenaza que Harry había estado ignorando hasta ese momento, el profesor Quirinus Quirrel, que, cómo recordarán, era el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras durante el primer año de ellos.

Las actitudes raras en él ya habían empezado, pero trataba de no hacer caso, quería disfrutar sin peligros por una vez, aunque supiera que era imposible.

Sea el universo que sea, aunque haya vuelto en el tiempo, él tenía un solo destino; enfrentarse a Voldemort. Pero ahora estaba mejor preparado, sabía que hacer, aunque las cosas ya hubieran cambiado mucho, seguía siendo el protagonista, el elegido, el niño que vivió.

Pero, por el momento, esperaría un poco más antes de tomar cartas en el asunto de Quirrel, solo esperaba que sus amigos no salieran dañados, de nuevo.

Si había una razón por la que había vuelto, era no permitir que sus amigos salieran dañados.

Siempre había una parte de la historia que nadie conocía.

Solo dos amantes que en secreto tuvieron que mantener su amor.

El elegido, y un mortífago.

Harry sabía bien que si no cambiaba las cosas, volvería a perder a muchos, y, en especial, volvería a perderlo a él. Volvería a perder al chico de cabello rubio y ojos azul grisáceo con el que había tenido una relación secreta.

☆゚.*・。゚

La torre de Astronomía cubría el secreto de dos amantes que en la oscuridad de la noche se demostraban su amor. Besos, abrazos, caricias, susurros al viento, eran las cosas que adornaban aquella escena de amor, o, más bien, eran las cosas que generalmente la adornaban.

Ahora, solo habían lágrimas.

—Lo siento, lo siento, y-yo no quería... —susurró, Draco, entre lágrimas.

Su brazo se extendía, la marca tenebrosa se hacía relucir en la piel pálida del chico.

Los ojos del azabache se llenaron de lágrimas.

Lo sabía, sabía que Draco no quería hacer eso, pero no tenía salida.

—Todo saldrá bien, lo prometo —se acercaron en un abrazo, tratando de consolarse mutuamente.

Pero los dos sabían que nada de eso podría salir bien.

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⏰ Última actualización: Mar 28 ⏰

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Harry Potter y El Regreso Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora