Nuevo buscador

169 19 60
                                    

Un nuevo día había empezado, iluminando aquella fría habitación los rayos del sol mañanero. Las coloridas sábanas Gryffindor aún cubrían a los chicos, que entre pequeños ronquidos permanecían en un sueño casi imperturbable.

Había pasado una semana exactamente en la que ni Harry ni Ron se habían dirigido una sola palabra para intentar arreglar las cosas. Seamus lo había tratado de persuadir para que él intentara hablar antes con el azabache para arreglar las cosas, pero es que era tan necio y orgulloso, que parecía casi imposible que alguno de los dos se disculpara.

Mientras el día avanzaba, el cielo se iba nublando amenazando una gran tormenta, que Oliver Wood y los demás jugadores de Quidditch esperaban que no llegara mientras entrenaban en el campo, su próximo partido era contra las serpientes de Slytherin y habían escuchado que tenían un nuevo buscador muy bueno, no iban a bajar la guardia ante eso y dejarse ganar.

Ron y Blaise miraban como ellos entrenaban, las clases habían terminado ya hace una hora, y aunque el pelirrojo al principio estaba solo, no tardó en ser acompañado por el moreno, quien aunque no quisiera reconocerlo, empezaba a agradarle de cierta forma.

—Entonces tus hermanos son golpeadores en Gryffindor... ¿Y a ti te gusta jugar?

—Si —respondió, cortamente, aunque al moreno parecía no importarle, pues aún así seguía hablándole.

Su plática fue interrumpida por el repentino golpe seco que se escuchó, uno de los jugadores habia caído de la escoba repentinamente. Era el buscador, Andrew Cher.

El chico de pelo castaño se agarraba de su pierna derecha que estaba semi doblada, gimiendo de dolor, al parecer se había lastimado gravemente al caer.

Lo llevaron a la enfermería prácticamente en brazos, mientras tanto como Ron y Blaise los seguían por curiosidad sobre lo que estaba pasando, ante también las miradas curiosas de los alumnos que aún se encontraban en los pasillos del castillo.

Ya en la enfermería, Pomfrey examinó la pierna lastimada del chico con minuciosidad, cuidando no pasar ningún detalle por alto. Luego de terminar su investigación, concluyó:

—Tiene los huesos rotos, y no se los puedo curar. No podrás jugar el próximo partido, disculpe, Cher —anunció, a lo que Oliver suspiró profundamente.

—¿Pero por qué no se los puede curar? Pensé que para usted era fácil curar huesos rotos —preguntó Wood, tratando de encontrar una explicación.

—Me es fácil curar los huesos si se rompen naturalmente, no por alguna maldición —respondió, Madame Pomfrey, preparando alguna clase de brebaje para dársela a Andrew.

Los chicos se despidieron de Andrew, saliendo de la enfermería, mientras que Blaise y Ron simulaban charlar fuera de esta para que no se supiera que hace unos instantes espiaban todo aquello desde el marco de la puerta.

En pleno pasillo, el equipo de Quidditch hacia una reunión improvisada.

—¿Que haremos sin Andrew? ¡El partido es mañana! —exclamó, Oliver, a punto de entrar en pánico. A lo que los niños cerca de ellos pararon las orejas tratando de escuchar la posible solución que vendría del problema.

—No tenemos suplentes para el buscador, Oliver. Y relájate —dijo, Fred, recibiendo un asentimiento de parte de George.

Pero Wood negó frenéticamente con la cabeza.

—Tenemos que encontrar una solución, no abandonaremos para que Slytherin tenga la victoria sin siquiera haber batallado —habló esta vez la cazadora del equipo.

—¿Su hermano juega Quidditch... Verdad? —a Oliver se le iluminó el rostro al decir aquello, como si una brillante idea cruzara por su mente.

Fred y George asintieron, imaginandose lo que Wood quería.

—¡Ron, ven aquí y deja de cuchichear con ese Slytherin! —lo llamó George, pero no dejó a Blaise de lado, sino que lo agarró de la muñeca arrastrándolo con él.

Todo el equipo se miró, asintiendo a algo que ni Blaise ni Ron entendían.

—Niño... ¿Te gustaría jugar mañana contra Slytherin? —Wood se agachó a su altura, en sus ojos había un brillo de esperanza que amenazaba con apagarse dependiendo de la respuesta que le diera Ron.

—Eh... —musitó, confundido.

Blaise le dio un leve codazo, incitandole a responder ante eso con un "si".

—¿Si...? —respondió dudoso.

Oliver sonrió como nunca había sonreído en su vida ante eso, arrastrando a Ron y al resto de su equipo hacia el campo, mientras Blaise soltaba una risita ante la escena. Y, aunque el pelirrojo jugara mañana contra su casa, él estaría entre las gradas de Slytherin apoyando a su amigo.

ྀི

Las horas de la noche pasaron vola do entre sueños felices, tristes y pesadillas de algunos. Tal vez algún llanto en la Torre de Astronomía que era particularmente escuchado casi todas las noches, un llanto tal vez tan insoportable como el de Myrtle la Llorona.

La mañana llegaba acompañada de una fría brisa otoñal, el cielo completamente nublado y vestido por nubes negras que asimilaban su vestidura a alguna viuda la cuál recién habría perdido a su marido.

Ron estaba sumamente nervioso sentado en su cama, era temprano y ya tenía puesto el uniforme del equipo pues en algunas horas sería momento de empezar aquel partido, con una poca preparación previa, pero el cuál Oliver aseguraba que ganarían y que solo tenía que confiar en si mismo.

Sus compañeros seguían dormidos, aunque prontamente seguro despertarían para el desayuno.

Y así fue, fueron despertando uno por uno, primero el tímido Neville, quien con un bostezo musitó un tímido: "buenos días", a lo que Dean, Seamus y Ron asintieron en gesto de saludo.

Después de que los tres chicos recién despertados se hubieran cambiado para el desayuno, se dirigieron al Gran Comedor, sentandose en sus mismos asientos de siempre.

—Iremos a apoyarte en tu partido, Ron —dijo Hermione, quien se encontraba tomando un vaso de jugo de calabaza mientras leía un libro de pociones avanzada.

En la mesa de los Slytherin se escucharon unas risitas burlonas, provenientes de los miembros del equipo, exceptuando a Harry.

—Ni que eso cambiara que van a perder. —Flint soltó esas palabras maliciosamente, queriendo causar un efecto de inseguridad en Ron, y lo eshaba consiguiendo.

Ante la burla del Slytherin, Ron se sentía cada vez más nervioso por el partido que acontecería dentro de una hora.

Con los minutos pasando de una manera que pareciera eterna, las gradas del campo se fueron llenando de espectadores, mayormente de estudiantes de ambas casas contrarias, pero también habiendo algunos de Hufflepuff y Ravenclaw entre ellos, apoyando al equipo de los leones.

Y aunqueos vitores hacia Gryffindor fueran fuertes, los de Slytherin no se quedaban atrás, lo que Gryffindor cantaba, ellos lo repetían pero más fuerte, con más ánimo y fervor. Parecía que con su cantico querían decir: "aunque lo intenten, Slytherin seguirá siendo mejor".

La tensión en el ambiente se puso aún más tensa cuando los jugadores estuvieron en medio del campo, dandose un saludo deportivo antes de empezar el partido. Madame Hooch tiró la Snitch dorada al aire dando un pitido a su silbato para empezar el juego. Mientras que los nervios de Ron aumentaban al estar ya sobre su escoba, tambaleándose un poco al subir al aire.

Ahora era rival del que era su amigo.

Y eso... Parecía no disgustarle del todo.

ྀི

QUE HICE, POR MERLÍN. NO ME ODIEN 😭, HAY EXPLICACIÓN PARA TODO.

Harry Potter y El Regreso Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora