te odio fiera

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Pov Andrea...

Maldito Marcel.

Me duele hasta el alma y todo por culpa del maldito Marcel.

Cuando abrí los ojos no lo vi a mi lado. Nuevamente maldito Marcel. Me removí con delicadeza en la cama. Al levantarme finalmente, me dirigí hacia el clóset y me puse un pullover negro de él. Luego acomodé mejor mi cabello. Al girarme me percaté de un detalle que no había visto antes. En la cómoda había una nota y una rosa. Agarré la nota con una sonrisa estúpida.

"_buenos días fiera , se que estás cansada por eso no te desperté, también se que esto del romanticismo no se ma da muy bien pero hago lo mejor que puedo. Estoy seguro de que cuando despertaste te preguntaste ¿Donde estará el hombre que me vuelve loca? , respondiendo a tu pregunta...el hombre que te vuelve extremadamente loca te está esperando en el salón. Por cierto , espero que te guste la rosa_"

Sonreí aún más. Dios , es tan idiota y egocéntrico. Pero es mi idiota y lo amo en todas sus facetas. Agarré la rosa , admirándola con devoción. Observé cada uno de sus matices , los diferentes tonos del rojo desde el más claro hasta el más intenso , sus brotados pétalos , su grande y duro tallo. La rosa es hermosa y diferente. Justo como la relación de Marcel y mía , muy diferentes a las demás pero sumamente hermosa , al menos para nosotros lo es.

_¿Puedes dejar de babear como idiota e ir a comerte a besos al bombón de tu novio?_— dijo mi conciencia

_enseguida voy querida conciencia_

Esta vez sí le hice caso a mi conciencia y me dirigí a pasos apresurados al salón.Justamente ahí encontré a mi bebé hermoso sentado en el sofá. Sin sonar exagerada ,la baba me llega a los talones al contemplarlo. Lleva un pantalón de algodón gris , el cabello azabache despeinado y una camiseta negra tan pegada a su torso que podía contar a la perfección todos los cuadros de su abdomen. El condenado se cargaba tremendo cuerpazo y el es demasiado consiente de eso. Me agarré del pasamanos de la escalera para no caer al suelo. Dios , felicito a mi suegra por traer al mundo a semejante criatura.

_¿Un pañuelito para la baba?_

_no es mi culpa que esté tan bueno_

El sonido de su risa me sacó de mi embeleso. Reaccioné finalmente ante el tono grave y ronco de su voz.

—¿Piensas seguir ahí parada?—

Caminé hacia él rápidamente con más deseos que nunca de comérmelo a besos. Me senté sobre su regazo y justamente eso hice , repartir besos por todo su hermoso rostro. Atrapé sus labios con devoción, rodeándome de esa sensación de pura paz que solo él sabe darme.

—valla , alguien amaneció muy romántica— dijo con una sonrisa y sus hermosos ojos brillaban con cariño

—¿Será porque te quiero demasiado?— dije , depositando un casto beso en sus carnosos labios

—siempre me querrás, yo represento para ti todos los pecados que nunca has tenido el coraje de cometer— susurró, enredando sus manos en mi cintura abrazándome

—no sabía que tenía un novio poeta—dije , devolviéndole el abrazo

Pasamos varios minutos así. El acariciaba mi espalda y yo su nuca. Dios , maravillosos minutos. Ojalá toda la vida tuviéramos momentos así, cada día de nuestras vidas. Porque si , con el quiero una vida.

—¿Alguna vez pensaste estar así?— preguntó de repente dejándome confundida

—¿Así cómo?— pregunté

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