la cabaña

24 3 0
                                    

Pov Andrea

Después de hacerlo en el auto , Marcel siguió manejando hasta sabe Dios donde. Intenté preguntarle varias veces y siempre decía lo mismo "no te diré" , con una sonrisa triunfante. Luego puso su mejor cara de mierda y le pregunté que le pasaba , ¿y qué me respondió?..." no me pasa nada Andrea" , lo más frío posible. Estoy por creerme que es bipolar , porque el condenado tienes unos cambios de humor terribles. Ni hablar de que últimamente es alérgico a las preguntas.

Pasó como una hora y media de viaje , hasta que creo que por fin llegamos a nuestro destino. Es una cabaña apartada pero tranquila. Su estructura es elegante y arroja aire de familiaridad , paz. A simple vista se veía abandonada , pero cuando la ves de cerca es todo lo contraria , no está para nada descuidada. Observé aquella casa con suma atención. Marcel me miraba con una sonrisa y sus ojos brillaban. Siempre que lo contemplaba así mi corazón latía como loco. Bajamos del auto de la mano , al entrar me mostró toda la casa. Es tan deslumbrante por dentro y tan bien cuidada que cuesta creer que nadie vive ahí. Tiene ese toque de paz que tanto me gusta. Un aroma hogareño tranquilizador. La estancia es mucho más grande de lo que aparenta , los baños increíbles y las habitaciones espectaculares. Luego de analizar todo el local fuimos hacia el salón ,igual de maravilloso. Al girarme encontré a Marcel mirándome fijamente y se perfectamente que no me miraba la nuca.

—¿Qué?— pregunté con una sonrisa

—¿Te gusta?— preguntó acercándose a mi

—me encanta— dije

Sentí sus manos clavarse en mi cintura y su aliento chocar en mi hombro. Solo ese gesto hizo que naciera una llamarada de excitación en mi bajo vientre. Empecé a sentir el calor en mis mejillas.

—me alegra que te haya gustado— susurró en mi oído

Los vellos de mi nuca se erizaron ante el contacto de su respiración con la piel de mi oído.

—y a mi tú...emm , quise decir si me gustó— dije con la voz entrecortada producto al maldito sonido de su risa sobre la curva de mi cuello

—¿Te gusto ,Andrea?— preguntó, delineando con sus dedos mi espalda hasta llegar a la cremallera

—¿la casa? , mucho— respondí , sabiendo perfectamente que no era la respuesta que él quería escuchar

Rió con malicia en mi oído, aumentando mucho más la llama en mi vientre.

—me refería a mi, ¿te repito la pregunta?— dijo , con voz ronca y firme

Asentí.

—no te escucho—dijo , bajando su mano para agarrar mi culo

—si , repite la pregunta—

—¿Te gusto , Andrea?— repitió

Mordí mi labio inferior.

—no sabes cuánto— respondí, reclamando sus labios

Cuando nos separamos vi la malicia clara en su rostro.

—venga, vamos a cenar— dijo , tomando mi mano

Mi cara se desintegró de confusión absoluta.

—¿Qué? , estás empezando a asustarme , me miras como si me quisieras matar— dijo , preocupado por su vida

Reaccioné finalmente.

—¿Cenar? , ¿ahora?— pregunté

Soltó una ligera pero encantadora sonrisa.

—si— y sin más me arrastró

Llegamos a la terraza de aquel lugar. En una esquina bastante tranquila ,hay una mesa decorada perfectamente.  Nos sentamos a cenar aquella delicia.

Deseo Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora