EL FINAL DE LA HISTORIA

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- Victoria! ¿Cuándo vas a traer a tu novio a casa? Te conviene ese chico y quiero que se aferre a la familia, viene de una muy buena familia. - Eso gritó mi madre, Julieta, desde la cocina.

Bajé las escaleras corriendo y fui hacia ella.
- Hoy hemos quedado para ir al cine, le diré que venga así que haz comida pero me voy que llegó tarde. - Dije dándole un beso en cada mejilla en forma de despedida.

- Que desastre! - Gritó ella mientras me veía salir de casa a la carrera.

En realidad no había quedado con él, pero quería hacerlo, así que improvisé tanto que me tenía que espabilar.
Fuí a una floristería con un taxi mientras comparaba dos entradas al cine para ver Titanic. Esteban quería verla hace un mes.

Corrí a comprarle unas margaritas y unas rosas y monté el ramo mientras en otro taxi me dirigía a su casa.

Me abrió la puerta después de tocarla, me dio un abrazo y me lo llevé. Me agradeció las flores y me miro fijamente.

- Estás preciosa con ese pintalabios rojo cielo... - Dijó con un tono de melancolía que no percibí.

Al llegar al cine estaba muy serio, no entendía nada pero luego se alegró. Solo supuse que estaba cansado.

- Te quiero cielo- Me dijo en mitad de la película.
-Yo también - Respondí.

- Bancito, mamá hizo comida para dos personas, ¿quieres venir?

- Victo, cielito, debiste avisarme antes, tengo comida preparada. Pero iré porque no me gusta.

Me alegre al final de la frase así que nos dirigimos en tren.

- Mamá!! He llegado con Esteban. ¿Que has preparado? -

- Sopa! - Me gritó nuevamente desde la cocina mientras lavaba algo.

-De verdad? Estamos a 30° - Me dijo Esteban, pero mamá lo escuchó.

- ¡Cómo si estamos a 90 grados! - Aviso mi madre.

Esteban me miró avergonzado, yo le dí una palmadita en la espalda refiriéndome a que no pasaba nada.

Llegamos a la mesa y se disculpó con mi madre, mi madre le dijó que no importaba.

Llegó a la cocina con una ensalada y una tortilla francesa para cada uno.

- ¿Y la sopa? - Questioné

- Yo he hecho sopa para mi - Dijó vacilando

- Ja ja- Reí irónicamente

Esteban sonrió de oreja a oreja al ver que su comentario no era importante.

Después de comer, a las 5 salimos los tres a comprar helados y dar un paseo hasta que Esteban se fue a su casa y nosotras a la nuestra.

Me desperté feliz al día siguiente, Esteban me había citado en el parque anoche.

WHATSAPP:

E: ¿Nos podemos ver mañana?

V: Supongo. ¿Dónde?

E: En el parque de al lado de mi casa.

V: Okay, mi madre me deja pero que sea antes de la hora de comer. 12 am te va bien?

E: Bueno.

Me resultó extraño que no pusiera ni un corazón pero lo ignoré.

Al llegar me miró a la cara. Me dijó que me sentía muy distante.

- Me tratas cariñoso solo cuando está tu madre - Me miró.

-Esteban, la verdad... Ya no estoy tan cómoda en la relación. Yo te quiero mucho, pero apenas podemos vernos, tengo que pagar mucho dinero para vernos y no hay comunicación. Ni si quiera puedo ingresar a tu instituto ni tu al mio, y el bachillerato no sabes que vas a hacer y no quieres meterte al que yo iré. - Le confesé

- Victo, esta muy lejos de mi tu bachillerato- Me explicó

Me entró una rabia dentro.

- ¡Y yo soy la tonta que va y viene para verte cinco minutos! - Me enfadé

- Cielo yo te entiendo pero no me dejan ir. Además, nunca tienes tiempo para mi tampoco y tu madre no me deja respirar, siempre me está agobiado y hablando y luego tengo problemas con mi padre. También tu madre te controla y no tienes libertad. - Explicó mirando al suelo, más específicamente mis zapatos. - Pero cada que nos vemos es como estar en las nubes, es maravilloso bebé. - Añadió

- Esteban, no quiero pero debemos terminar. Nos queremos mucho, sí, pero hay más contras que pros. - Dijé a punto de llorar.

Me fui cortando la respuesta que me iba a dar, no la quería escuchar. Algo de mi decía que debíamos ir por nuestro camino.

Amores complicadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora