A los días que pasan se les pierden las esperanzas. Se escapan del tiempo y de la línea que se supone que deben seguir para reproducirse, para extenderse en múltiples formas. Las horas fluyen atormentadas ahora por la propia concepción del tiempo. No saben si son minutos o segundos lo que emplean, no saben si son treinta o cincuenta las horas en las que se quedaron atrás esperando a la esperanza. El cuerpo se cansa, de pensar, de modificar ideas que están más que establecidas por el mundo y la propia realidad. El cuerpo está agotado y sobrevive a base de cafeína tan solo para aceptar lo que puede visualizar, no pensamientos más allá de los que se puedan observar, no transformaciones o perturbaciones. Tan sólo quiere terminar de atravesar un camino ya conocido, no quiere lo complicado, está cansado de ello. Las esperanzas son malas, juegan y ayudan a deformar el cerebro y la realidad. Se quedan atrás jugueteando con el tiempo y haciéndole creer que puede pasarse todo lo que quieran ahí. Pero no estoy dispuesta, no a perder el tiempo cuando lo necesito por encima de mis esperanzas perdidas.
ESTÁS LEYENDO
Elementos [ES]
PoetryTe has sentido alguna vez arroyada por el agua, o quemada por el fuego? O quizás has sentido que no tenías los pies en la tierra por la fuerza del viento? Estos son algunos poemas que han surgido a partir de miles de situaciones y sentimientos, de...