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El ruido la sobresaltó haciendo que girara sobre sus propios talones para tratar de localizar de donde provenía ese ruido. Fue inesperado. Sus ojos se abrieron un poco al ver como la mano de él contenía algo de sangre aun todavía con su puño cerrado. Se negaba a preguntarle por qué demonios lo había hecho, simplemente pronunció un 'estás loco' mientras caminaba unos cuantos pasos por delante de él. Con la vista en el suelo, aquel sonido se repetía todavía en su mente, como una especie de latido. Era imposible de no poder sentir cierta curiosidad en descubrir el motivo de por qué optó por golpear una mísera papelera.

Cada golpe que se repetía era una especie de alarma, la informaba de cada momento que había pasado con él, hacía casi un año. Cada momento en el que empezaron a conectar sin que ambos fueran conscientes hasta pasado algo de tiempo.

'Bum' por esa vez en la que prometieron en San Juan poder lograr esos propósitos que más necesitaban alcanzar.

'Bum', 'Bum' por esas dos veces en las que ella le había invitado a quedarse a dormir en su cama. Pese que en una de ellas él se diera a la fuga a media noche.

'Bum', 'Bum', 'Bum', por esas tres películas que vieron sin importar el hecho que las habían visto ya anteriormente.

'Bum', 'Bum', 'Bum', 'Bum', por el apoyo que se habían dado cuando recibieron más de cuatro mensajes que simbolizaban diferentes rumbos en su vida.

'Bum', 'Bum', 'Bum', 'Bum', 'Bum' como cuando daban las cinco de la mañana y la conversación entre ellos parecía que aún acababa de comenzar.

'Bum', 'Bum', 'Bum', 'Bum', 'Bum', 'Bum' en ese momento, en ese preciso instante, eran las seis de la mañana, y tantas cosas habían cambiado entre ellos que era imposible no notar toda la distancia que más allá de uno o dos metros podría representar en realidad.

Ella le apreciaba y se culpaba, se culpaba por haber perdido la oportunidad de seguir ganando esa confianza, esa complicidad que pocas veces surge entre dos personas. Lo apartó de su lado creyendo que sería lo mejor, creyendo que no necesitaba más cambios en su vida, incluso si estos podían implicar ganar a alguien. En ese momento recordaba en profundidad aquella letra de una canción que decía 'space is just a word made up by someone who is afraid to get too close'.

Y quizás su golpe no se debía a eso, quizás él tan solo golpeaba a esa papelera por cualquiera de otras miles de razones, o quizás tan solo fue el alcohol el que incitó esa acción. Fuese como fuese, ese golpe hizo despertar los latidos de ella, aquellos latidos que había optado por dejar que cesaran por miedo a que pudieran golpear demasiado fuerte y hacer daño a su corazón. 

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