Nuevos comienzos

23 3 0
                                    

Aterrice cerca de la puerta de mi casa y procedí a entrar, Goten se encontraba durmiendo en un sillón mientras la televisión estaba encendida mostrando caricaturas infantiles, mi madre al escuchar mis pasos se acerco desde la cocina secándose las manos, ya estaba mentalmente listo para recibir un regaño.

- Ah Gohan, que bueno que volviste, enseguida estará la cena, Goten por fin se pudo dormir así que me puse rápido a cocinar.

-Ah... mamá pensé que me regañarías por llegar tarde- Moví mis manos desconcertado.

-¿Por qué? Ni que hubieras llegado a media noche -Dijo tranquila- Además supuse  que tardarías un buen rato, hace mucho que no salías ¿Fuiste a entrenar con Picoro no?

-Eh.. bueno si, fui a entrenar con él, hace mucho que no lo veía.

-Pues dile que venga a visitarnos de vez en cuando, yo no muerdo.

-Sisi ya le dije que venga a visitarnos, dijo que lo considerará.

-Bueno, ahora ve a bañarte y deja esa ropa sucia en el cesto, así todo roñoso no vas a sentarte a comer- Ordenó colocando sus manos en la cadera.

-Enseguida voy.

- Pero rápido y bien a fondo porque en poco tiempo estará la cena y no querrás que se enfrié.

Abrí la ducha, el agua caliente recorrió todo mi cuerpo, dejando una sensación placentera a su paso, un buen baño de agua caliente era lo mejor después de entrenar. Metí mi cabeza debajo del chorro de la ducha y tape mis oídos, podía escuchar claramente solo como el agua chocaba contra mi cuerpo y nada más, era un sonido relajante a decir verdad. Parecía que había tardado mucho embobado con aquella sensación, ya que mi madre golpeo la puerta para que me apurara, y yo todavía ni me había lavado, lo más rápido que pude lave todo mi cuerpo, me seque, me vestí con mi pijama y salí del baño.

- Siéntate Gohan, ya vamos a comer.

-Si mamá.

Ella procedió  tomar a Goten en brazos y colocarlo en su silla para bebés, el ya estaba despierto babeando del hambre.

- Hola hermanito - Me saludó con su mano toda babeada.

-Hola pequeño Goten- Acaricie sus mejillas aunque me llenara de baba-¿Estas listo para comer?.

- Chiiiiiiiii- Sonrió.

Comimos vorazmente igual que siempre, pues el apetito de un sayayin era siempre cosa sería, mire a mi madre que parecía comer más lento de lo normal.

-¿Pasó algo mamá?- Pregunté con la boca llena.

-Nada hijo, solo estaba pensando.

-¿En que? Se que aún soy un niño pero puedes confiar en mi, puedes decirme lo que sea mamá.

- Lo entiendo Gohan, pero hay cosas que es mejor que los niños no sepan para que crezcan seguros- Suspiró melancólica- Aunque ahora no estoy pensando en esas cosas.

-¿Y en qué piensas?

-Se que te parecerá extraño, pero ¿Podrías entrenar conmigo?

Escupí el arroz por la impresión, el cual termino en la cara de Goten.

-¡Goten no comas eso!- Exclamo mi madre limpiándole la cara con una servilleta- ¿Por qué estas tan sorprendido Gohan?

- Es que... ni en mis mas remotos sueños me imagine que me pedirías eso--Extendí los brazos hacia arriba anonadado- Ni siquiera por lo más sagrado del universo, ni por las esferas del dragón ni por...

- Bueno ya, ya entendí, se que es raro, pero estuve pensando que soy débil, si tu no estas no podría defender a Goten, hace poco tuviste que espantar un dinosaurio que paso cerca de la casa.

La travesía de Son GohanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora