La travesía de Son Gohan

Vida complicada

-¡Lucha conmigo! - Gritó Videl corriendo lo más rápido que podía.

-¡Ya le dije que no!¡Déjeme en paz por favor!

La verdad ya estaba muy cansado, iba tan solo un mes de clases y cada día tenía que estar esquivándola, u ocultándome en cualquier parte para que no me encontrara, Tobías muchas veces me ayudó a distraerla, y cada que terminaba la jornada escolar me buscaba por todos lados y procedía a perseguirme sin descanso, no podía correr tan rápido como quería para perderla de vista porque sospecharía aún más, así que cuando podía doblar en una esquina me subía al techo de un edificio para que se desconcertara por no ver a donde había ido, esa parte de nuestra interacción me parecía graciosa, debido a que la observaba desde lo alto tener una expresión de confusión en vez de su ceño fruncido de siempre, me preguntaba si esa chica sonrió alguna vez.

De pronto noté como las nubes llenaban el cielo y las gotas comenzaban a caer con efusividad.

- Mierda, no traje paraguas o algo para cubrirme, me mojaré hasta los huesos.

Llegue a casa totalmente empapado, me quite el uniforme de la escuela quedándome solo en calzones, ya sabía que solo se usaba en actos escolares pero mamá insistía en que había que tener respeto por la institución y llevarlo puesto.

-Gohan hijo estas todo empapado- La vi venir desde la cocina.

-Si es que no pude volar lo suficientemente rápido para no mojarme- Me reí.

-Deja toda esa ropa en el cesto y ve a tomar una ducha caliente, si no te vas a resfriar.

- Si mamá.

-¡Helmanito! - Dijo Goten corriendo hacía mi.

- Hola pequeño Goten, ahora no puedo abrazarte porque estoy empapado.

- ¿Te mojiaste por la luvia?

-Sisi me moje con esta fuerte lluvia.

-¿Entonces te vas a mañar?Si no te va a dar fio.

-Exactamente, que inteligente eres Goten- Le revolví el cabello, él se rio dando vueltas a mi alrededor.

Cuando salí de bañarme ya podía oler el delicioso aroma de la cena, estaba que me moría del hambre, que mi estomago ya se estaba comiendo a si mismo, Goten estaba en su sillita como siempre ya devorando la comida como todo un sayayin.

-Helmanito vamo a comel- Me dijo con toda la boca llena de comida.

Le dije que si y mi madre también me pidió que me sentara, estaba por dar el primer bocado hasta que se escucho un fuerte viento cerca de la casa.

-¿Acaso será un tornado?- Se preocupó mi madre.

-Espero que no, pero no me extrañaría, la tormenta esta siendo muy fuerte.

De pronto se escucharon tres golpes fuertes en la puerta, yo sentí que me ahogaba, no podía ser posible lo que creía que iba a pasar.

-¿Quién podrá ser con esta tormenta tan fea?

 Se levantó de la silla e intento ir hasta la puerta, la tome rápido por el brazo y le susurre.

-NOnO mamá, no vayas hagamos como que no hay nadie por favor.

-¿Ahora qué te pasa hijo? ¿Por qué no quieres que abra la puerta?

-Por favor mamá después te lo diré pero por favor ahora no abras la puerta, quedémonos en total silencio, Goten Goten, vamos a jugar el juego de los mudos, el que habla primero pierde- Él niño se tapó la boca con las manos siguiendo la corriente.