CAPITULO 12; PESADILLA

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Una nueva etapa había llegado para aquellos dos enamorados. Aquellos dos enemigos. Aquellos. . .que en su momento se odiaban y habían rechazado su amistad.
Desde aquella declaración, Harry y Draco eran las personas más felices y afortunadas del mundo. Se tenían uno al otro, se apoyaban en cada decisión, riesgo y aventura.
Pero ahora, Harry no podía creer lo que veía, un Draco que ahora no era Draco, sinó un Malfoy de 11 años.
No sabía porqué, pero estaba presenciando de nuevo a ese niño, ese que obedecía cada regla Malfoy, obedecía a su padre por miedo, ese niño, que no tiene luz en su rostro y ni siquiera en sus ojos. Su aura era diferente, todo en el era diferente, el rubio ya no hablaba con el de lentes. Eso le atormentaba. No lo veía seguido como antes. Y lo último que supo de el fue en el restaurante, donde hablaron solo unos minutos. Mismos que fueron un castigo para Harry.

- Que pasó, Harry. - dijo Hermione tocándole el hombro.

- Yo. . . No lo sé - Harry trataba de no llorar, estaba destrozado, tratando de buscar alguna lógica en las palabras que hace algunas horas el rubio le había dicho.

- Harry, tranquilo. ¿Que te dijo? - Dijo la chica tratando de calmar al de lentes.

- E-El. . .me citó a un restaurante en Hogsmeade, y yo- yo pensé que íbamos a hablar como siempre, hablar de que íbamos hacer o si yo iba a ir a su mansión. - Harry evito largar algunas lágrimas, estaba destrozado, confundido, su corazón latía demasiado fuerte y su mirada estaba pérdida. - Pero fue todo lo contrario. Yo. . .Hermione te juro que estaba viendo a Malfoy otra vez. - Mione no dijo nada, y tampoco Harry. Ambos quedaron en silencio, viéndose uno al otro. Harry suspiro profundo y continuo - Hermione. . .el chico con el que me vi hace unas horas, no era Draco. Sus ojos. . .mierda sus ojos, no eran plata. Su mirada estaba pérdida, ni siquiera me miró cuando entré al lugar, y se despidió de una manera demasiado tonta. - Harry se tiró hacia atrás reposando su espalda y cabeza en la silla. Quería llorar, otra vez tener a Malfoy en su vida. Pero, ¿Qué le paso? ¿Por qué volvió a ser así? ¿Qué paso los días que no se juntaron?. Muchas preguntas sin respuestas nacían en la cabeza de Harry, el quería, no. Necesitaba saber que mierda le pasó a su novio.

- Necesito que te calmes, Harry. ¿Quieres que te prepare un café o una chocolatada? - Dijo Mione levantándose dirigiendo su vista hacia el de lentes, mismo, que la miro y contesto que cualquiera de las dos le venia bien.

Luego de varios minutos Harry pudo calmar esa ansiedad y preocupación que le atormentaba. Pudo hablar mejor, sintiéndose una mierda por no prestarle mas atención a Draco, por no estar a su lado, por no haberle enviado cartas durante esos días que no estaban juntos.

- No es tu culpa, Harry - soltó Mione. - No te culpes, tu que ibas a saber lo que le pasaba, habías agarrado confianza con sus padres, Lucius mostraba que estaba cambiando, hasta yo lo pensé. Pero hay que averiguar a profundo lo que le pasó. Pero con calma. - Termino de hablar Mione.

Harry soltó un suspiro nervioso y asintió lentamente. La chica le devolvió una sonrisa algo reconfortante y jugó con el pelo del de lentes en forma de cariño.

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Una brisa recorría cada parte de su rostro y cuerpo. Sintiéndose abrazado por el pasto, quienes tocaban brazos y piernas, el sol se había escondido, Harry tenía que encontrarlo para que vuelva a iluminar el lugar. El sol parecía saber que este no estaba en su mejor momento, aveces cuando el sol no está, y solo puedes ver nubes algunas más oscuras que otras, te da paz, puedes pensar correctamente. Justamente lo que Harry necesita, pensar con tranquilidad, paz y no torturarse sobrepensando las terribles cosas que le estaban sucediendo.
Su mente era el que menos colaboraba, pensamientos horribles pasaban por ese lado. No pensó, pero Harry se maldecía por haber confiado en Lucius. No sabía si el era el culpable de que su novio esté así, pero había muchas posibilidades, es Lucius, no puedes cambiar de la noche a la mañana así como así. Era raro, cuando Harry le había pedido permiso para que Draco fuese su novio y que Lucius acepte sin ninguna discusión, era raro. Pero Harry por la felicidad en ese momento no lo pensó. Y ahora lo está haciendo, pensando en lo ridículo que fue en no darse cuenta en ese momento.

Quidditch . DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora