Estás casada conmigo

Capítulo 1

Kim Waslh, perezosamente, extendió el brazo para tomar su celular, que estaba sonando. Somnolienta, lo acercó al oído. Tenía sueño, pues se había desvelado mucho la noche anterior, cuando había ido a hacer un reportaje.
-Diga -dijo sin fijarse en quién la llamaba a esa hora.
-Kim, hija, en el correo vino una carta para ti. ¿Quieres que te la envíe o vendrás a cenar con nosotros?
-Iré a cenar. Es posible que no tenga que ir hoy a la redacción.
-Como gustes, Kim. Se lo diré a tu madre y se alegrara.
-Kim se levanto y se desperezó tranquilamente. Se dirigió al baño. El celular sonó de nuevo. Vio en la pantallita que era su amiga Estefanía.
-Dime, Estefanía.
-Quiero saber si podemos comer juntas. Tengo algo que decirte. Deseo empezar a trabajar en una agencia de publicidad. Mañana tengo una entrevista y se que tu tiene muchas.conexiones, no solo por tu familia, sino como periodista.
Tal vez puedas recomendarme.
-Dime que agencia es. Si conozco a alguien, te aseguro que hablare bien de ti.
-Se trata de la Dennek.
- Uno de los jefes es muy amigo mío.
-Te agradeceré mucho lo que hagas por mí. Te aseguro que no voy a.defraudarte. ¿Podremos comer juntas?
-Hoy no, tengo que ir a cenar a casa.de mis padres. Nos veremos mañana.
Por la noche, Kim salio de su apartamento. Era una mujer muy bella, de 24 años, pelo castaño y ojos azules. Alta y muy esbelta, llamaba la atención. Se había puesto una minifalda y un top sin mangas. Era la estampa viva de la juventud.
Kim pensó en su vida. Se había independizado en contra de la voluntad de sus padres. Era hija única y tenían una mansión enorme. ¿ Que necesidad tenía de irse a un apartamento?, le decían. Ellos no había estado de acuerdo, pero tuvieron que aceptar la decisión de su hija. Después del viaje que hizo a alas Vegas, ella había regresado muy cambiada, y más todavía después del año que estuvo lejos, haciendo una especialidad en periodismo.
Doña Mary miro a su nieto un segundo, por encima de los anteojos de montura de oro. Se sintió desconcertada por lo que el acababa de decirle.
-Vengo a despedirme, abuela. Voy a salir de viaje.
- Por cuanto tiempo?
Rod Dennek se alzo de hombros. Alto, firme, moreno, de ojos verdes, era un hombre muy atractivo.
-No lo se todavía. Dejo a Charles y a Robert encargados de los negocios. Es posible que no regrese en un mes.o tal vez venga antes. Todo depende de cómo me vayan las cosas allá.
- Si te casaras....
-Abuela, he trabajado mucho en estos cinco años y tengo agencias de publicidad en muchas ciudades. No he tenido tiempo para el Amor. Además, no estoy de acuerdo con el matrimonio. Pienso que es una forma de certificar un deseo. Para que sea perfecto, dos personas tienen que amarse mucho y desear vivir juntos.
-¿ Acaso tú no puedes lograr eso?
-No lo se. De momento me voy a Boston. Tengo algo pendiente.
-¿ De índole.sentimental ?
-Quizás, pero sobre todo, quiero ir a la agencia. Allá esta marchando muy bien, pero solo Charles ha ido a supervisarla.
- Esta, bien, Rod. Que tengas un bien viaje. Te ruego que no tardes demasiado. Te veo poco... No me explico por que los jóvenes abandonan su hogar y ponen su propio apartamento. Esta casa es enorme.
Rob la beso en ambas.
-No sufras por mí, abuela. Tengo 32 años y ahora, que ya estoy establecido, quería vivir un poco y viajar. La última vez que lo hice por placer fue cuando fui a Las Vegas. ¿ Te acuerdas?
-Claro, fuiste de vacaciones cuando te graduaste de tú maestría. Recuerdo que al regresar estuviste muy serio, de malhumor, cómo si hubieras vivido una pesadilla, pero jamás quisiste contarme que te pasó para que hubieras cambiado así. Menos mal que unos meses después te tranquilizaste y volviste a ser el mismo.
-Tenía 27 años, abuela, y había estudiado mucho. Estaba cansado- mintió.
-Oye, Rod...¿ Podrán tú hermano Charles y tú primo Robert hacerse cargo de todo el negocio de la publicidad?
-Seguro que si, abuela. Yo solo no hubiera podido tener todo lo que hoy poseo. Charles es muy serio. Fíjate que a los 28 años ya está casado y tiene dos hijos.
-Si tú siguieras sus pasos...
- No te preocupes tanto por mí.