Capítulo 28

1 0 0
                                    

Se sintió como un parpadeo, Ansel se encontró no solo liberado de los brazaletes, sino también en un lugar desconocido, miró al frente viendo los árboles de pétalos rojos abundantes:

- ¿Bosque rojo?

- No estas viendo el lado correcto del panorama

Voz cantaría suave lo llamo desde atrás, giro solo para encontrarse con un gazebo de piedra gris, en medio una mesa y dos tazas de té, Seraphina lo miró con el codo sobre la mesa y el rostro sobre la palma, como si hubiera esperado demasiado tiempo:

- Debo decir que me esperaba que tu mundo onírico fuera la mansión Crimsonthorn...

Aparto la mirada hacia el frente viendo un horizonte limpio que desde la posición de Ansel es imposible admirar:

- Pero me muestras esto...

Ansel aún se sintió aturdido ¿Mundo onírico? Es este... su mundo onírico, avanzo subiendo tres escalones de piedra firme, solo entonces vio lo que Seraphina admiraba, es el campo de Efímeras finalizando con el mar de Rosethorne y las lunas gemelas que parecen estar saliendo de dentro el mar, soltó un suspiro una vez vio tal escena:

- Deberías sentarte, el té se enfria

- ¿Qué es lo que quieres de mi?

Interrumpió una voz áspera, Seraphina giro para ver dos ojos escarlata apuñalar los suyos, sonrió sosteniendo la porcelana con calma:

- ¿Y si dijera que te quiero a ti Ansel? Entonces cual seria tu respuesta

- Diría que es mentira

El chico se sentó recuperando su calma, ahora ambos pueden ver el mar, suave sonido de la brisa salada jugando con las flores, y el pacífico mar que parece teñido de rojo por el color del cielo, la mujer soltó una pequeña risa:

- Eres alguien interesante...

- ¿Qué hacemos en mi mundo onírico?

Ni siquiera pregunto como siquiera es posible que Seraphina entrara en el mundo de alguien más, pues Ansel puede deducir una respuesta, se limito a mirar el frente:

- Mmm Realmente eres similar a esas Efímeras

Como si cambiara el tema, ella miró las flores fijamente, los pétalos son tan hermosos y más largos que cualquier rosa, su forma única, el brillo en ellas, Seraphina las admiro:

- ¿En que soy similar a una flor?

El silencio se interrumpió con la burla de Ansel quien tuvo un deja vu, miró las bellas flores carmesí brillar y no pudo comprender el porqué la gente se empeña en compararlo con ellas:

- Bueno... no exactamente a la flor... deberías beber tu té

- De echo no tengo sed...

Un par de hermosos ojos lo miraron, el brillo carmesí reflejado en sus iris ámbar, con los párpados medio cerrados, no espero a que Ansel continuará y hablo:

- Hemos luchado por traerte hasta aquí por siglos, y aunque soy consiente de que cada uno tiene sus propias motivaciones, siguen siendo útiles, después de todo aquí estas...

- Hunter...

Murmuró para después sellar momentáneamente sus labios rojizos, Seraphina lo escucho dándole una mirada profunda:

- ¿Qué pidió Hunter?

Parece una pregunta difícil de hacer, pero después de todo, se trata de su hermano mayor, algo de lástima apareció en la chica quien le dio un sorbo más al té antes de responder:

Al Igual Que Una Efímera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora