In Another Life 《•YoonMin•》

《 𝟚 》

—Bueno, entonces los dejó a que terminen de instalarse. —comentó JiMin mientras la señora Jeon le sostenía fraternalmente de las manos—. Deberían descansar un rato, más tarde podría darles un recorrido por el palacio o vernos hasta la cena, será cómo ustedes digan.

La señora Jeon soltó un pequeño chillido de emoción ante la idea de un recorrido por el palacio y sus alrededores. Además de que le tenía gran aprecio a JiMin y disfrutaba la compañía del doncel, y que este mismo fuese a ser su yerno la hacía desbordar felicidad.

—No le des cuerda a esta mujer JiMinssi. —comentó el señor Jeon entre risas ganándose una mirada inquisidora de su esposa—. Aún tenemos que desempacar e instalarnos, además de que tuvimos que adelantar por imprevisto nuestra visita y todavía te tomas las atribuciones de recibirnos y atendernos mientras interrumpes tus actividades.

La señora Jeon asintió ante lo dicho por su esposo. Por más que quiso reclamar al inicio, debía admitir que tenía razón, así que solo sonrió y deposito un beso en la frente de JiMin.

—Claro que nos encantaría dar un paseo. —dijo la señora Jeon—. Pero será cómo y cuándo tú nos digas JiMin-ah. —se acercó un poco más y susurró sobre su oído—. Además, también entiendo a mi esposo, está cansado, ya es la edad.

—Escuché eso mujer.

—Que amargado. —murmuró poniendo los ojos en blanco.

El castaño negó suavemente. JiMin no mentía cuando decía que adoraba a la familia Jeon, pero el recordar cómo las cosas se habían tornado en el pasado, temía que volviese a suceder. Sabía que tenía que planear demasiado bien sus movimientos y cerciorar que nada se le pasase por alto si quería salvarse y salvar a quienes apreciaba. Se despidió con un abrazo de la señora Jeon y una respetuosa reverencia al señor Jeon. Finalmente saliendo de la habitación, comenzó a caminar por el extenso pasillo hasta que escuchó las risas de JungKook y TaeHyung que provenían del salón principal.

—¿Será que entró con ellos? —se cuestionó así mismo en un tono apenas audible—. Recuerdo haberme unido a ellos y no había nada fuera de lo normal...—con el pulgar entre sus labios comenzó a tratar de buscar alguna variante que pudiese afectar o generar algún cambio, pero simplemente no podía pensar en cuanto cambiaría el presente si no entraba al salón principal. A la distancia se percató de aquel sirviente que había alcanzado a presenciar su intercambio de palabras con la señora Jung—. Uh, mejor no, ustedes pueden esperar. —se dijo así mismo mientras avanzaba en dirección contraria a las risas que se escuchaban de fondo.

Al final decidió que era más interesante seguir el paso de aquel sirviente. Así que siendo lo más cauteloso posible fue tras este. A diferencia de TaeHyung y demás donceles y damas de la realeza que conocía, JiMin no era alguien que destacara por tener personas de compañía, su única persona cercana de compañía era Heechul, y si no recordaba mal, este sirviente al cual seguía, en el pasado estuvo apoyándole cuando sucedió aquello. Con esta nueva oportunidad que se le dio JiMin no mintió cuando dijo que la aprovecharía al máximo, y para ello tendría que haber ciertos cambios. Y ya había empezado con algunas cosas, cómo el decidir su propia vestimenta y no dejarse guiar por aquellos comentarios de las demás personas que vivían en el palacio y mucho menos los pertenecientes al concejo. Ahora tendría que buscar personas de compañía que fueran de su total confianza, y aquel pequeño sirviente de regordetas mejillas era un candidato perfecto para ello.

—¡Hey! ¡Tú! —alzó la voz cuando se percató de que el sirviente comenzó a casi correr al notar que JiMin había comenzado a seguirle—. ¡Oye! ¡Espera ahí!... Por favor...

Aquel "por favor" salió como una súplica, pues ya cansado de seguir a aquel sirviente se dio por vencido y solo se apoyó en sus rodillas. Apretó sus puños y sus labios con impotencia, ¿Tan ciertos eran los rumores de que era un caprichoso y arrogante que ni los sirvientes querían acercársele? Bueno tampoco era como que JiMin se esforzará por desmentir aquellas habladurías. Percatándose de que era inútil perseguir a aquel sirviente, JiMin opto por rendirse.