꒰ prognostic﹔hazbin hotel ꒱

❛ a part of me ❜

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La foto de un cadáver sin cabeza estaba siendo mostrado en la pantalla de la sala de conferencias, con una mujer pelirroja señalando la imagen mientras caminaba de un lado a otro con irritación. ──Encontramos el cuerpo, mi señora. Es la primera vez que consiguen matar a uno de nuestros exorcistas. ──afirmó Eva mientras acomodaba la máscara en su rostro con incomodidad, con sus rizos alborotados agitándose con cada movimiento suyo. Nunca había sido fan de ocultar su rostro, pero Lilith insistía en que era necesario para proteger su identidad. ──Deberíamos bajar ahora mismo y matarlos a todos, desgarrarlos parte por parte, ahorcarlos, apuñalarlos, quitarles los órganos, ¡lo que sea para evitar que esos sucios pecadores se alcen contra nosotras! ──exclamó mientras estrellaba sus puños contra la mesa de conferencias, con un ligero temblor en su cuerpo que indicaba lo cerca que estaba de perder el control.

La otra mujer la miró con una ceja levantada, su expresión escéptica proyectándose en su máscara. ──Acércate, Eva. ──ordenó Lilith, cambiando su rostro a uno más tranquilo, confundiendo ligeramente a la contraria, pero aun así obedeció. Eva se acercó, su ceño fruncido relajándose ligeramente cuando Lilith la invitó a sentarse en su regazo. La pelirroja se sentó en las piernas de la rubia, envolviendo sus brazos en su cuello, jugando con los mechones dorados y lacios que contrastaban con los suyos; rizados y rojizos. ──Necesito que te tranquilices, ¿sí? Mi plan no funcionará si vuelves a perder el control como lo hiciste en la reunión. Compórtate, linda, y si lo haces correctamente tal vez haya una recompensa para ti. ──susurró Lilith mientras acariciaba con delicadeza el cuello de Eva, llevando sus manos al borde de su máscara para quitarla, revelando unos ojos verde bosque que la miraban con adoración.

Dejó la máscara en la mesa y dejó que la pelirroja le quitara la suya. Lilith tomó el rostro de Eva entre sus manos, acariciando con su pulgar su labio inferior, viendo con satisfacción como la mujer finalmente se relajaba ante su toque, batiendo sus pestañas en un intento de seducirla. ──Perdóname. No debí haber hecho eso... ──murmuró mientras ponía sus manos encima de las de Lilith, mirándola con ojos que rogaban por su atención. La rubia no pudo evitar esbozar una sonrisita ante aquello, era un movimiento que Eva siempre intentaba con ella, y no funcionaba porque ella lo considerara algo atractivo, si no que porque le divertía.

Lilith atrajo su rostro para darle unir sus labios por apenas un segundo, disfrutando la forma en la que soltó un sonido de protesta ante la duración del beso. ──Está bien, querida. Quizás te falten algunos tornillos, pero me gustas así. ──susurró en sus labios antes de atraerla para otro beso, esta vez más largo y acalorado. Las manos de Lilith se posaron en las caderas de Eva, y las manos de ésta se dirigieron al cabello rubio de la otra mujer, tirando de los mechones dorados con delicadeza, porque la última vez que había tirado muy fuerte de su cabello Lilith se había enojado con ella, pero no le había durado mucho, porque sabía que la pelirroja tenía un problema para medir su fuerza y no era enteramente culpa suya.

La rubia se separó del beso y volvió su expresión a una más seria, lo que hizo que Eva se enderezara en su regazo, prestándole atención a lo que la líder del exterminio iba a decir. ──Ahora, vuelve a tu asiento y escúchame con atención, te explicaré que es lo que haremos para acabar con el inútil proyecto de la engendro de Lucifer. ──dijo mientras le señalaba la silla vacía al lado de donde estaba sentada. Eva asintió con la cabeza, un poco decepcionada de que su corta sesión de besos fuera interrumpida, se bajó de su regazo y le hizo caso, sentándose en la silla a su lado. ──Asegúrate de no arruinar esto, ¿sí? Odiaría que cayeras en manos de esos pecadores si fallas.