"-¿Quién diría que al jefe de la empresa le gusta seguir órdenes mientras se lo follan?
[...]
-¿Quieres mi nudo, bebé? Eso quieres, ¿no es cierto?
-S-sí...
Una embestida más lo hizo cerrar los ojos con fuerza, Louis estaba siendo especialmente duro...
Louis levantó la mirada al sentir las manos de su hermana sobre sus hombros. Lo miraba con una genuina preocupación ya que tenía grandes ojeras bajo sus bonitos ojos azules y su semblante era demasiado decaído.
La habitación de hotel era cómoda, pero simplemente estar en Doncaster lo hacía estar en un constante estado de alerta.
—Sí. No. No lo sé, extraño demasiado a Harry, está triste y estresado. Tan solo me gustaría estar a su lado y apoyarlo.
La omega le dedicó una suave mirada de compasión al escucharlo; se sentía jodidamente culpable.
—Lo siento, esto es mi culpa, pero mañana es la audiencia, podremos terminar con todo y volver a Londres. Luego alcanzarás a Harry en Milán y se irán de gira juntos, será increíble.
El alfa sonrió débilmente antes de asentir, pensar en todo el tiempo que estaría junto a su omega lo hacía sentirse mejor —Deja de decir que esto es tu culpa, porque no lo es.
—De no ser por mí ahora estarías con él disfrutando de sus primeros días de lazo —mencionó con tristeza.
—Pulguita, soy tu hermano mayor, claro que extraño a Harry, pero sé que ahora debo estar aquí para apoyarte. Este es mi lugar.
La menor asintió no muy convencida antes de desviar la mirada —Mejor vamos a dormir, mañana será un día largo, pero será el fin.
Louis pasó su mano por su cabello y se dirigió a la cama que estaba más cerca de la puerta para finalmente recostarse —Tranquila, todo va a salir bien, el abogado dice que tenemos un argumento bastante sólido, eso debería ser suficiente para ganar el caso.
—No me preocupa el juicio... —susurró Annlynn mientras hacía una trenza descuidada con su largo cabello —No creo estar lista para verlos otra vez, sé que están dispuestos a lo que sea para dañarnos, no sé cómo podré testificar en un juzgado con su terrorífica mirada sobre mí.
El corazón del alfa se apretó al escuchar el temor en la voz de su hermana; también estaba asustado, pero intentaba no demostrarlo, no quería derrumbar aún más a la omega —Todo saldrá bien.
—¿Estás seguro?
—Claro que sí.
Pero, siendo honestos, ¿realmente podría sentirse seguro al saber a lo que se enfrentaban?
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10 de noviembre
—¿Aún nada?
Louis negó sin despegar la mirada del celular; era la cuarta llamada que entraba directo al buzón de voz, Harry no le respondía hace horas.
