lámpara magica (Time princess)

cap 9

Gina

Al volver a la habitación escoltada por las doncellas. Fui directo a un espejo y comencé a frotar mi frente, pero la marca no salía. Primera vez que alguien me marca como de su propiedad en una historia.

Arslan

- aún hay Casas importantes que no se sujetan a mí. - dijo mi amo sosteniendo la lámpara entre sus manos.

- las e citado a venir en un par de días bajo la amenaza de exterminar a sus familias. - dije con una sonrisa confiada cruzándome de brazos. - si no aparecen, puede dar por inexistentes esas Casas. . -

- bien, me parece bien. - dijo el mago. - siempre tuve curiosidad de por qué nunca siembras caos desvocadamente? No sería más fácil todo este trabajo si no actúaras igual que los políticos teniendo? Tienes toda la magia de este mundo a tu merced, podrías esclavizar a todos en una noche.

- podría hacerlo, Pero le quitaría lo divertido. - dije al mago. - no hay nada mejor que ver a las personas doblegarse por ellas mismas, y si solo  hago desaparecer a todo aquel que se resista, no habría tanta desesperanza en el aire. - dije explicando. - la desesperanza es ver que todo lo que no quieres que ocurra, ocurra. No hay dolor más grande que ese. -

- lo dice la experiencia. - aseguró, ya que tuve que ver a Gina elegir a Kahir. Aunque yo fuera su amo, saber que lo eligió a él causaba un gran dolor del cual el mago era consciente.

- vigila bien a la viajera. Volveré en poco con mucha sed de dolor y venganza. - desapareció sin más

Nuevamente el reino estaba a mi cargo.

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Volví a mis aposentos y fui directo a la habitación de Gina, estaba enojado y planeaba dejarle muy en claro que debía dejar de escaparse de esa forma. Debe ser consciente de que hay una sola amenaza para ella en este lugar. estaba cerrada, por lo que con un chasquido pude abrirla. Pero vaya sorpresa la que me encontré.

- //// Gran Arslan! //// -

- Ah! -

Las doncellas se ruborizaron sin saber que hacer mientras Gina intentaba taparse con algunas mantas, ya que estaba la mayor parte de su cuerpo mojado, y descubierto.

- yo... lo sien... - Di la espalda tapando mis ojos con una de mis manos avergonzado de lo que había hecho. Iba a salir, pero antes de hacerlo comenté - nada que no haya visto antes... -

Salí del lugar mientras las doncellas contenían sus risas y Gina trataba de no gritarme y maldecirme por decir aquello.

Cerré la puerta y al quitar mi mano de mí rostro, se podía notar un sonrojo.

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ya me encontraba con mi pijama mientras sostenía una daga. Era aquella con la que Gina intentó apuñalarse. Su gran piedra roja me recordaba a su dueño, el legítimo rey de este reino. - ella siempre logra encontrarte. - dije a la daga con añoranza.

Tocaron la puerta. De un movimiento de mano está se abrió. En lugar de encontrarse la chica, solo estaba dos de las doncellas. - Gran Arslan. - se inclinaron temerosas ante de decir lo siguiente. - por favor tenga piedad de nosotras... La srta Gina se rehusa a salir de su habitación. -

Coloqué la daga en su lugar y giré a mirar a las doncellas. - a si? Entonces yo iré donde ella. - sin enojarme ni un poco fui hasta su habitación a paso veloz.

Las doncellas que luchaban con la chica se inclinaron al verme. - lo sentimos, Gran Arslan. - dijeron atemorizadas.

Gina tan solo me dió la espalda en respuesta.