⇨Gemelos pt. 2⇦

1.7K 108 266
                                    

🐺🐺🐗🐗🐺🐺

Ya habían pasado cuatro días en los cuales habían ido a un montón de lugares. En ocasiones iban con Sanemi y en otras con Sanehiro ya que estos debían seguir haciendo sus cosas por lo que no habían podido salir los cuatro juntos desde el día en que llegaron a la ciudad. Pero solían pasar tiempo en las tardes o noches, veían películas, comían o jugaban algún juego de mesa. Todo era divertido.

Inosuke se estaba divertido, pero seguía sintiendo nervioso y ansioso con los gemelos, estos eran muy de piel. Ya sea Sanemi o Sanehiro, cualquiera de los dos le ponía de los nervios. Solían tocarlo cada vez que tenían oportunidad, no se daría cuenta de ello si no fuera jodidamente consciente de ambos hombres. Cada roce o toque sobre su piel era caliente, trataba de ignorarlo, pero le era imposible cuando aquello le gustaba.

—Ya debo irme— avisó tomando sus cosas, debía ir a trabajar. —¿Y tú, ya te vas, Hiro?

—Si, en veinte minutos— informó mirando su teléfono. —Entro más tarde hoy, así que los mocosos se quedarán solos. Ah, saldré con los chicos así que no vuelvo.

—Bien, les diré— dijo dirigiéndose a la habitación que ocupaban los menores.

—¡Dame eso!— gruñó tirándose sobre Genya para quitarle el manga. —¡Ese el mío!

—¡Es el mío, animal!— reclamó Genya.

—Oigan, par de mocosos— regañó mirando al par. —¡Dejen eso!

—Aish, ten— contestó Genya. —Y quítate que pesas.

—Como sea, hoy estarán solos, Sanehiro sale y yo llego tarde así que no hagan nada estúpido— advirtió mirando a ambos chicos.

—¡Nunca hacemos nada!— reclamaron ambos al mismo tiempo.

—Lo que digan, solo no quemen el departamento— dijo antes de cerrar la puerta.

—¡Que te vaya bien, hermano!— gritó Genya para que el albino le escuchara.

Sanemi se despidió de ambos chicos y de su gemelo, y se dispuso a irse del lugar, no debía llegar tarde. Sanehiro tenía horarios un tanto flexibles, había veces que le tocaba ir más tarde y otras más temprano. Inosuke salió de la habitación por algo para tomar mientras Genya llamaba a su madre para informarle de algunas cosas. Vio al mayor sentado mirando el teléfono y le observó de manera disimulada. Fue por su vaso de agua en silencio.

—¿Y Genya?— preguntó acercándose al chico para acorralarlo contra la encimera.

—¡No te me pegues tanto!— se quejó mirando al mayor.

—No tiene nada de malo— contestó apoyando sus manos a cada lado de las caderas del menor. —Antes dormíamos juntos.

—E-Eso era cuando era pequeños— soltó algo avergonzado ante la cercanía.

—A mí me gustaba— comentó inclinándose hacía el rostro del menor, este era varios centímetros más pequeño. —Mucho.

La cercanía provocó que su corazón se acelerara de sobremanera y temió por su vida. El varonil aroma del mayor lo embriago por completo y se estremeció cuando esté poso una mano sobre su cintura apretándole levemente. Cuando el rostro de Sanehiro se acercó aún más al suyo cerró sus ojos por inercia y se estremeció cuando la respiración del mayor se posó sobre sus labios.

—Bueno, te veré mañana— dijo alejándose del chico, eso fue peligroso. —Me despediré de Genya.

Un suspiro se escapó de sus labios, trato de calmar los latidos de su corazón, aquello había sido peligroso y no supo cómo responder. Pudo fácilmente haberlo empujado lejos, pero esa cercanía le agrado tanto que le fue imposible hacerlo. En esos días, habían pasado cosas muy similares, era como si ambos se turnaran para hacerlo sentir jodidamente nervioso. Cuando el albino salió de la habitación en donde dormía, le guiñó un ojo y se fue.

Gemelos ※╰SaneIno╮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora