Gemelos ※╰SaneIno╮

⇨Gemelos pt. Final⇦

👉🏻✨️ Leer nota final ✨️👈🏻

🐺🐺🐗🐗🐺🐺

Apenas se movió sintió un estremecimiento de dolor por todo su cuerpo. Como si hubiera dormido con un camión encima. Se removió sobre la cama abriendo sus ojos para toparse con el rostro dormido de uno de los gemelos. Inmensas ganas de golpearlo surgieron en su interior, pero apenas y podía moverse.

—Malditos sean— escupió molesto.

—Por fin despiertas— dijo Sanehiro sonriendo. —Tengo la tina lista para ti.

—Vete al diablo— contestó mirando al mayor con enojo.

—Bueno, puedes quedarte todo el día acostado mientras nosotros salimos a divertirnos— comentó con indiferencia.

—¡Claro que no!— soltó incorporándose, pero al hacerlo una punzada de dolor golpeo su cuerpo. —¡Son unos hijos de puta!

—No insultes a mi madre— dijo burlón.

—¡Ah, vete al carajo!— exclamó enojado, pero no pudo levantarse por lo que volvió a acostarse, boca abajo.

Maldijo y hundió su rostro en la suave almohada, esta tenía el olor del mayor en ella. Suspiro y se quedó quieto, ese dolor era jodidamente incómodo, no podía moverse mucho. Sanehiro sonrió al ver al chico, estaba así por su culpa y eso era gratificante. No le molestaba compartir con su gemelo, pero no iba a negar que, si le molestó un poco que este lo tocara primero, había dicho que daba igual quien empezara, pero diablo, él quería ser el primero. Pasaron varios minutos en donde Inosuke se estuvo quejando de todo.

—Te ayudo, no haré nada— le dijo ante la expresión del chico. —Después me maldices lo que quieras, pero Sanemi me dejo a cargo de ti.

—Pues que se joda— contestó mientras el mayor lo rodeaba entre los brazos para cargarlo. —¡No me lleves así!

—Es más fácil— respondió.

—¡Pero no me gusta!— protestó.

—¡Pues me vale, te llevare así y punto, mocoso!— gruñó dirigirse al baño con el chico entre sus brazos.

Metió al menor dentro de la tina llena de agua tibia y este gimió apenas su cuerpo tuvo contacto con el agua. El ver al chico completamente desnudo y lleno de marcas era jodidamente excitante que fue inevitable el no tener una erección con solo verlo. Y no iba a mentir, quería cogerse al chico de nuevo, pero esta vez hacerlo solo él, sin Sanemi. Salió del baño en silencio para dirigirse hacia la habitación que ocupaba Genya y verificar si este estaba bien. El chico seguía durmiendo, al parecer el somnífero que le había dado fue bastante potente. Volvió a su habitación para dirigirse al baño. Apenas ingreso se topó con el chico hincado sobre la tina y una mano en su trasero, vaya vista.

—Malditos bastardos— maldijo metiendo su dedo dentro y raspar el semen de su interior ya que era muy molesto y su estómago dolía.

Su trasero hormigueaba y sentía dolor aún, pero nada insoportable. Se sobresaltó cuando su cintura fue apretada con fuerza y de la nada fue levantado, como si no pesara nada. Reclamó y a los segundos estaba sobre el regazo del albino. Sanehiro se sentó en el inodoro con Inosuke sobre su pelvis, abrió las piernas del chico para luego dirigir su mano hasta el trasero de este.

—Puedo ayudar— dijo frotando dos de sus dedos contra el suave agujero.

—Ah, mierda, no hagas eso— se quejó e inclinó su cabeza hacía atrás apoyándose contra el pecho del mayor.