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— ¿No les parece poco que solo seamos cuatro en primer año?— preguntó Itadori.
— Ser hechicero no es para cualquiera, Yuji.— respondió la azabache.
— Conoces a.. ¿Más personas que también puedan ver maldiciones?— continuó Fushiguro.
— Ah.. Pues no.
— Los hechiceros somos solo una minoria.
— ¿Y no me habian dicho que yo era el cuarto?
— Su ingreso se decidió hace bastante tiempo.— explicó el de cabello oscuro.— Asi funciona nuestra escuela, esta llena de casos especiales.— inmediatamente posó su mirada en la chica.
— ¡Ya estoy aqui!— anunció Gojo, acercándose a los chicos.— Oh, tu uniforme llegó a tiempo.
— Sí, me queda perfecto. Pero no es identico al de Fushiguro, este tiene capucha.— dijo señalándo la tela rojiza.
— Es porque puedes solicitar todo tipo de cambios.
— ¿Qué? Pero yo no pedí nada.— mencionó extrañado.
— Resulta que el que solicitó los cambios, fui yo.
— Ah.. Pues, no está mal.
— Ten cuidado, el profesor Gojo tiende a hacer las cosas así.— Fushiguro advirtió.
Al cabo de unos segundos Gojo miró a su estudiante.— Veo que conservaste el tuyo.
Ella asintió levemente.— No veo problema con eso.— arregló su falda.
Satoru sonrió.— Si no es un problema para ti, esta bien.
