1953.
Los Estados Unidos hacía todo lo posible por caminar a un ritmo normal, a pesar de que su corazón latía en su pecho a un kilómetro por minuto. Los pasillos de la sede de las Naciones Unidas estaban bien iluminados y las autoridades pasaban en grupos o parejas, susurrando o discutiendo; por lo que saludó con la cabeza a algunos embajadores que se cruzaba en el camino, disimulando su ansiedad.
Después de semanas fuera con su ejército en aquella convulsa Zona Desmilitarizada de las Coreas y sintiendo a su corazón cada vez más pesado, ya no podía esperar a regresar a verla. Su encantadora esposa; hermosa, amable y entrañablemente terca, que estaba a sólo unos pisos de distancia. Probablemente andaba paseándose la oficina de la delegación mexicana, reflexionando sobre alguna votación u otra.
Ha!, recordó Alfred con una sonrisa escapándose de su labios, México sin duda avergonzó a los demás países con su radical propuesta. Nunca había presenciado una pasión tan feroz por la justicia, por la desnuclearización; palabras pronunciadas por una boca tan hermosa. Ojos tan profundos y amorosos, todos sus toques suaves y esas curvas pronunciadas...
Sus pensamientos se vagaron unos momentos más y pronto Alfred tuvo que agacharse ligeramente para tirar de la entrepierna del pantalón debido a una tensión que ya estaba creciendo. Sacudió levemente la cabeza para reorientar sus pensamientos, pero México estaba muy cerca. Todo lo que tenía que hacer era atravesar un poco más rápido ese flujo interminable de políticos balbuceantes.
-Mr. Jones.
Shit. Se giró al escuchar su nombre, sacudiendo cuidadosamente su pierna mientras lo hacía, la tensión comenzaba a volverse incómoda. -Embajador Goldberg.
El Embajador estadounidense examinó a su nación por un momento, antes de preguntar suavemente
-¿Adónde vas tan rápido?
-El Presidente Johnson me envió a la delegación mexicana para solicitar un informe sobre sus planes de una futura propuesta de desnuclearización.
-Ah, sí... esa propuesta- asintió el embajador con una mueca de desgrado. Luego curvó los labios hacia arriba. -¿Y cómo estuvo Corea?
Tenso, en realidad.
Había acontecido una serie de enfrentamientos armados de bajo nivel entre las fuerzas de Corea del Norte y las fuerzas de Corea del Sur en la zona desmilitarizada. La sensación de una posible segunda guerra entre aquellas naciones hermanas crecía entre sus habitantes y el pánico se generalizaba con mucha rapidez. Aunque todo parecía oscuro, él, los Estados Unidos, estaba complacido de andar salvándole el pellejo a la surcoreana cada que llegaba a caer en una de las muchas emboscadas de su hermano mayor.
-Todo salió muy bien- mintió. -El territorio va volviendo a la normalidad con su lealtad a la libertad y a la democracia.
-Es bueno escucharlo ¿Y confío en que la representación de Corea de Sur se encuentra bien?
Termine, embajador. USA en verdad preferiría estar en otro lugar ahora mismo.
-Lo está, sí.
-Muchos abogamos por la victoria de esa pobre nación. Me consideraría afortunado si pudiera luchar como usted para guiarla hacia el mundo libre- El embajador se inclinó ligeramente mientras decía la última parte.
Alfred estuvo de acuerdo, pero también se resistió a poner los ojos en blanco. Sí, él era grandioso, respetado, un estadounidense ideal ¿Pero le mataría infringir algunas reglas de vez en cuando? ¿Al menos para hacer las cosas? Imaginó el rostro exasperado de su presidente y casi sonrió.
ESTÁS LEYENDO
EXPLICIT ONE-SHOTS: USA X MEXICO.
RomanceMás de 200 años de historia entre USA y México... algún desliz tuvo que haber. --Ninguno de los ONE-SHOT tienen relación entre sí (a menos que se indique) y sí, TODOS están subidos de tono 7w7, algunos más explícitos que otros. En esta sección est...