-El día en que el hombre le arrebate la inocencia a los niños, ese día será el fin del mundo-
-The master
Por los pasillos relucientes de un hospital se podía ver a una hermosa enfermera recorrerlos lentamente, era una mujer alta de aproximadamente 1.70 metros de altura, cabello rubio, ojos azules y con unos rasgos muy finos en su rostro a pesar de la edad.
Recorría los pasillos en camino a una habitación en específico, una habitación a la cual fue asignada y dónde ha ido casi todos los días durante casi dos años.
Después de estar caminando un rato llegaría a la susodicha habitación la cual se encontraba con la puerta abierta, sin tomarle importancia la enfermera simplemente entraría a esta.
Al entrar se encontraría con otra enfermera una compañera que ella conocía bien pues al igual que a ella la asignaron a cuidar exclusivamente del paciente de aquella habitación.
Y hablando del paciente este se encontraba recostado en la camilla, totalmente dormido como lo ha estado durante casi dos años y sin presentar signos de querer despertar.
Está entraría a la habitación mientras saludaba a su compañera quien se encontraba cambiando las bolsas de infusión intravenosa por unas nuevas y llenas.
Después del pequeño saludo encendería una pequeña radio que se encontraba al lado de la camilla del paciente para posteriormente y con un ambiente más tranquilo gracias a la música poner su atención en el.
Se trataba de un hombre de largos cabellos completamente blancos, tenía un bigote y una barba igualmente blancas, contaba con muchas cicatrices en el rostro o por lo menos lo que podías ver de el ya que parte de su cabeza incluyendo su ojo derecho estaban completamente vendados, este se encontraba acostado y arropado con las sábanas dejando únicamente a la vista su cabeza, su respiración era lenta y tranquila y sus ojos seguían cerrados, parecía que nunca iba a despertar pero el hospital hacía incapié en mantener a aquel hombre en las mejores condiciones hasta que despertara sin importar cuánto tardará en hacerlo.
Después de que su compañera saliera de la habitación la enfermera de cabellos dorados empezaría su trabajo, quitando las sábanas para poder ver mejor el cuerpo de aquel hombre, destacapa por tener muchas cicatrices pero también por estar bien trabajo presentando un buen estado físico a pesar de llevar casi dos años en coma.
No tenía mucho que hacer, le cambiaría ciertos vendajes por unos nuevos y limpios, revisaría signos vitales, por último le inyectaria una especie de suero y le haría masajes a cada zona muscular del cuerpo esto con el objetivo de mantener lo mejor posible la masa muscular del paciente, después de eso simplemente lo volvería a arropar, recogería un par de cosas para después dirigirse a la salida de la habitación.
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Human Universe Murder Drones Scars
Science Fiction¿Qué le hicieron a su hermano? Era la pregunta que la joven Cyn se hacía al ver el deplorable estado en el que se encontraba su queridísimo hermano, con uno de sus ojos vendado, presentando múltiples cicatrices en su rostro. Aquel que antes era tan...