CAPÍTULO 4. Incursión [+18]

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¡Contenido +18!

—¿A dónde vamos?— volvió a preguntar Law, sintiéndose ansioso por no recibir respuesta.

—No seas impaciente, ya casi llegamos — fue la respuesta que recibió del pelirrojo que estaba bastante misterioso.

Cuando el pelirrojo le dijo que dispusiera un fin de semana completo para que ambos estuvieran juntos Law supuso que se la pasarían sin salir de la cama, con aquellos calientes juego que desde hace dos meses compartían juntos. Pero para su sorpresa el pelirrojo lo arrastró fuera de su hogar insistiendo en que había algo que quería mostrarle.

Law, aún sin comprender, lo había dejado conducir su auto y había sido paciente hasta que el pelirrojo había parado en una parte de la ciudad que no frecuentaba y ambos caminaban a un departamento en el cuarto piso de un edificio nuevo. Estaba seguro que ese no era el hogar de Kid dado que tiempo atrás lo había conocido, entonces no entendía qué es lo que hacían ahí y por qué el pelirrojo estaba serio ante el asunto.

Antes de entrar al lugar el pelirrojo se detuvo a darle una última mirada a Law y después lo dejó adentrarse y lo seguía de cerca, para cerrar la entrada incluso con llave.

El asunto era delicado, demasiado para poder procesarlo correctamente. Ante Law apareció un lugar sacado de las películas dedicadas al público de más de 18 años. Un set de grabación; con cámaras esparcidas por el lugar y diferentes tonos de iluminación sobre el techo, donde todo enfocaba a un cuarto lleno de instrumentos destinados a brindar una deliciosa tortura hechos de cuero y metal que sería el delirio de cualquier persona que le gustara las prácticas del BDSM.

Law sintió su respiración cortarse y sus mejillas arder, confuso retrocedió un paso sintiéndose abrumado —¿Por qué estamos aquí?— preguntó con cautela, sin dejar de mirar al pelirrojo.

Kid sólo le miró durante un instante sin moverse, parado en medio de la entrada y única salida visible del lugar. Pero en vez de contestar a su pregunta Kidd sólo parecía mirarlo intensamente, como si esperase algo de él para poder tomar una decisión o como preguntándose por qué Law se estaba alejando de él con mirada alerta.

Law se obligó a relajarse y volvió a pasear su mirada por el lugar aún demasiado asombrado y confuso por el motivo por el cual estaban ahí ambos. Una parte de él quería explorar, ver hasta dónde llegaba la impresionante colección de herramientas de placer, claro que conocía esa industria que inundaba el internet pero en lo personal jamás había estado tan interesado y adentrado en el tema, menos aún cuando en su línea de trabajo habían llegado parejitas por lesiones cuando sus juegos habían sobrepasado los límites.

Con cuidado, ya que Kidd parecía haber entrado en trance y solo se dedicaba a mirarlo, Law se acercó a una estantería dónde colgaban diferentes tipos de fuetes y látigos de diferentes tamaños y grosores, siguió su inspección hasta dar con una impresionante colección de vibradores y consoladores demasiado llamativos para su gusto, finalmente se detuvo en unos brazaletes que apresarían diferentes partes del cuerpo y las características cuerdas rojas y gruesas que ayudaría igual a esa tarea.

—Pensé que podríamos jugar aquí— la voz de Kid lo asustó al escucharlo a su espalda y de forma instintiva se alejó de él, aunque los brazos fuertes y toscos del otro se lo impidieron tomándolo de sus muñecas.

—¿Este lugar es...?

—Le pertenece a mi amigo Killer, es la estrella de su sitio web y se hizo popular— Law escuchaba atento y Kid continuó hablando —Hace poco decidió dejar este tipo de industria cuando empezó a salir con su novio, se llama Penguin, ¿sabes algo interesante? también es médico... Bueno eso creo, porque no tiene su licencia o algo parecido... Ahora que recuerdo Heat también salía con un chico que quería estudiar medicina, ¿cuál era su nombre?...

CEDER EL CONTROL -KIDLAW-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora