jimin se enamora de yoongi siendo menor de edad, lo engatusa hasta que este acepta tener algo con el, los padres de jimin descubren este amorío perverso y los separan.
Yoongi se va del país por una oferta de trabajo sin saber que su menor estaba es...
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Jimin un pequeño de dieciséis años de edad estudia en un buen colegio, en este momento se encuentra a mitad de año de terminar un grado más.
Su mejor amigo taehyung viene todas las mañanas a desayunar con el y juntos se van caminando a la escuela.
Su situación económica no es tan mala pero tampoco son ricos, se podría decir que son de clase media.
El siempre a sido un buen alumno y buen hijo, apesar de no entender bien las materias hace lo que puede, es atento y educado eso hace que sus profesores lo quieran y aveces le ayuden un "poquito" en sus notas, respecto a sus padres, ayuda con los deberes y es autosuficiente, quiero decir que además de el trabajo pueden hacer sus vidas de manera despreocupada sabiendo que su hijo se va a servir la cena a tal hora y hará su tarea sin necesidad de ser obligado a ello.
En estos momentos se levantó como siempre, puntual, a las 7:00 AM, se bañó, se cambió el uniforme y bajó, justo cuando estaba sirviendo su desayuno tocaron la puerta.
Es obvio que es taehyung.
Abrió la puerta y si era éste.
—¡jiminie!—sonrió y entró—te tengo una mala noticia—hizo una mueca triste.
—¿que sucede?—pregunto mientras le echaba la leche a su cereal.
—cambiaron de profesor en matemáticas—soltó el moreno mientras se sentaba y sacaba su desayuno.
El menor puso una expresión de asombro.
—¡no puede ser!, ¡estoy frito Tae!, ¡frito!—se sentó moviendo sus dedos sobre la mesa—¿ahora que hago?, ¡reprobare el año!, el profesor Lee me ayudaba con mis notas, ¡estoy jodido!—golpee mi cabeza contra la mesa.
—oye, oye, tranquilo, puede haber solución, solo..., bueno solo hay una, estudiar.
—y ¿que crees que hago todo el tiempo?, ¿sonreírle a los profesores para que me pongan buena nota?
—¿que no era eso lo que hacías?—lo miró perdido.
—no taehyung, claro que no, ellos me ayudan por que se dieron cuenta que apesar de que me esfuerzo al estudiar fallo, ¡siempre fallo!, no se por qué mi cerebro no retiene cosas...—vuelve a golpear su cabeza repetidas veces hasta que el moreno pone su mano en la mesa para que no golpeara más su frente.
—mmm..., dejamelo a mí.., voy a buscar una solución..—pensó un momento—un profesor de matemáticas!—exclamó con una sonrisa.
—¿no crees que es lo mismo?—alzó una ceja.
—no tonto, un profesor partícular, esos no pasan a la siguiente página hasta que no entiendas un problema.
—suena mal, se que va a renegar conmigo, por que no voy a entender nada...
—solo inténtalo, te di una opción ¿verdad?, lo que sigue te toca a ti.
—esta bien...—bufo y comenzó a comer porfin de su cereal.
Durante todo el día había estado esa idea en su cabeza, ¿sería buena idea?, a pesar de todo es cierto que los profesores particulares se especializan en que su alumno aprenda. Pero, ¿como se lo diría a sus papás?
Después de haber planeado todo el día como decirle al fin llegó el momento, se paró frente a los dos, quiénes se encontraban en el sofá del living.
—mamá.., papá.., debo decirle algo..—habló con nerviosismo, temía que sus padre se sintieran decepcionados si les decía que no es lo suficientemente bueno en la escuela y que tal vez perdería todo su confianza.
—claro amor, dinos, ¿que sucede?—dijo la madre en tono dulce.
—yo..., yo necesito un profesor partícular de matemáticas—soltó rápidamente y luego continúo nervioso—perdoname, se que se deben sentir decepcionados, pero enserio lo necesito, no puedo entender y no quiero reprobar el año...
Sus padre soltaron una risa.
El menor los miro confundido ¿que les parecía gracioso?
—ay hijo, te ahogas en un vaso de agua, no te preocupes por eso, es normal, a esta edad las matemáticas llevan todo el abecedario y se solucionan a la inversa, cruzado, invertido y de tantas maneras—dije el padre con una sonrisa.
—no te preocupes amor, tu papá y yo te buscaremos un profesor lo más pronto posible—le sonrie.
—¡gracias!—les sonrie—bueno, yo.., iré a mi habitación, buenas noches mamá y papá.
—buenas noches.—respondieron ambos.
Llegó a su habitación y se tiró en la cama con tranquilidad, eso resultó mejor de lo que esperaba, realmente le gustaba ahogarse en una gotita de agua. Además de estar en la edad de las hormonas locas también estaba en la edad de dramatizar todo.
Pronto logró consiliar el sueño.
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