2. Desesperada 😫

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Mario, ajeno a la procedencia de la caca parlante, mira confundido al moreno que, aunque es de su misma estatura, parece ser más alto que él

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Mario, ajeno a la procedencia de la caca parlante, mira confundido al moreno que, aunque es de su misma estatura, parece ser más alto que él. 

No sé de dónde viene Poop, pero su aire de inferioridad y la forma como mira a su alrededor me hace pensar que se cree más que todo el mundo. También se ve confundido, pero esto es debido a lo que acabo de decir.

—¿Novio? —Se acerca a mí y aunque trata de disimular lo que va a decir no lo logra —¿qué es eso?

—Es algo bueno, muy bueno. Como un Rey —le hablo entre dientes y él asiente emocionado. Coloco mi mano en su pecho e imitó la pose más seductora que haya podido ver en alguna revista—. Espérame en la alcoba, cariño, me despido de Mario y terminamos lo que habíamos empezado.

—Sí, por favor. Quiero que exploremos todo esto —aprieta el paquete que tiene entre las piernas con las dos manos de una manera sugerente y sin saberlo le da énfasis a lo que quiero hacerle creer a Mario —y que me saques todo lo que tiene por dentro. No quiero tener tanta cosa acumulada ahí, sabiendo que eres una experta en sacarlo. Estoy ansioso porque me quites este grano y…

Presiono mi dedo en su boca para callarlo y él me mira a los ojos como si algo lo hubiese alarmado. Me quedo estática escudriñando los suyos, sin embargo, nuestro pequeño momento de cercanía se ve interrumpido por la voz irritante de mi ex. 

Dejo de mirarlo cuando Mario insiste en reclamarme sobre el estúpido comentario.

—Vale, si tanto te mortifica que dañe la reputación de Anna, elimina el comentario de tu cuenta y ya está. Ahora márchate de mi casa que tengo cosas que hacer.

—Sí, muchas cosas. Ella necesita tocarme el codo y… —vuelvo a poner el dedo en sus labios, pero la caca parlante quiere seguir hablando. —¿Cómo es tu codo? ¿Tú también tienes un grano? Déjame ver el tuyo… —Lo empujo sin dejarlo terminar y él se pierde en el pasillo que da a mi habitación. No sin antes gritar:

—Fue un placer conocerte me llamo Cacamilo.

—¿Conque ahora tienes un novio? —No logro descifrar bien su cara, pero percibo burla.

—¿Conque ahora tienes herpes? —Respondo y la poca sonrisa se borra de su rostro. El impulso de refutar se ve interrumpido cuando el teléfono en su mano suena, sale, por fin, de mi casa y es en ese momento en que entro en pánico.

¡Santa Cacatalina del perpetuo socorro!

¿Qué he hecho?

Ahora Mario le dirá a Anna de mi supuesto novio, Anna le dirá a su grupo de amigas y ellas como las buenas chismosas que son se lo contaran a la facultad de diseños de modas y finalmente, toda la universidad querrá saber sobre mi inventado novio.

Debo hacer algo, tengo que solucionarlo ya.

Camino en busca del causante de todo el caos y lo encuentro mirando el cojín con curiosidad. Le detalla sus ojos de corazón, lo voltea y aprieta como sintiendo el algodón que lleva por dentro. Al parecer todo esto le sigue pareciendo una locura. Decidida lo empujo del pecho y este cae acostado en la cama. 

El Amor Es Una Mierda [ONC2024] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora