La torre del dragón | rhaenicent

O3

Mientras Viserys quería una boda a lo grande, digna de su única hija y heredera, Rhaenyra quería continuar con la tradición de sus antepasados y realizar una boda valyria. Padre e hija discutieron el asunto durante días hasta que se llegó a la decisión de realizar una boda valyria, pero también un torneo en el que se anunciaría tanto el compromiso como a la futura Reina Consorte. Alicent prefería algo más sutil, pero sabía que era prácticamente imposible teniendo en cuenta que era la heredera con quien se estaba casando. No tenía mucho conocimiento sobre la antigua Valyria ya que siempre fue educada bajo la fé de los Siete, por lo que Rhaenyra debió explicarle qué debía hacer en su boda.

—Entonces, unimos nuestras manos y damos nuestros votos. La sangre unida simboliza nuestra unión propia.

Alicent trataba de absorber la mayor cantidad de información posible, no quería cometer un error y defraudar a su prometida, ya tuvo suficiente con la decepción de su padre. No necesitaba más

—¿Y los votos deben ser...?

Su charla instructiva fue interrumpida por la presencia de una de las damas de compañía de la princesa, quien lucía demasiado nerviosa. Rhaenyra la miró con clara irritación que se transmitía en su aroma, por lo que Alicent puso una mano en su hombro para tratar de tranquilizarla.

—Lady Rhaenyra. Lord Daemon solicita su presencia en el salón.

Rhaenyra pudo sentir como Alicent se tensaba ante la mención de su tío, era bien sabido que este no la quería en lo absoluto, por lo que su preocupación era válida. Rhaenyra tomó su mano y dejó un reconfortante apretón, la miró con ojos suaves, tratando de transmitirle confianza, y se levantó. Dejó un suave beso en su frente.

—Te veré luego, Ali.

Alicent forzó una sonrisa y se tragó sus preocupaciones. Rhaenyra podía con esto, seguro no era nada demasiado grave.

¿Verdad?

.
.
.

El salón estaba sorprendentemente vacío, Rhaenyra supuso que su tío se encargó de echar a cada guardia del lugar y que su padre debía estar en su habitación tallando madera para su recreación del reino. Se acercó a su tio, quien hasta ahora estava de espaldas, a paso seguro. Estaba confiada, no sólo era la heredera, sino que también contaba con la aprobación de su padre, nadie evitaría que Alicent sea su esposa. Ni siquiera el enojo de su tío.

—¿Me mandaste a llamar, tío? —Daemon no la miró, sino que soltó su olor. El aroma que comunmente tenía pizcas dulces estaba completamente agrio, denotando su claro enojo ante la situación.

—Veo que tu fijación por la Hightower no fue una etapa, sobrina.

Finalmente volteó a verla, obviando su aroma, sus ojos estaban llenos de enojo y veneno, no contra ella, sino contra su decisión.

—Me alegra que lo hayas notado.

Daemon soltó un gruñido.

—¿Casarte con una Hightower en una boda Valyria? ¿En serio, Rhaenyra?

Rhaenyra de encogió de hombros.

—No veo porqué no.

—¡Estás aplicando las viejas costumbres Targaryen en una torre, Rhaenyra! ¿No te das cuenta acaso? ¡Estás manchando el linaje, arruinando nuestras costumbres!

Rhaenyra frunció el ceño y se acercó a su familiar. Daemon no retrocedió, sino que se acercó igualmente y su aroma se potenció.

—Te recuerdo que Maegor el Cruel se casó con Alys Harroway mediante un rito Valyrio que, oh sorpresa, es el mismo con el que le uniré a Alicent. Si eso no te molestó antes, no veo porqué te molestaría ahora —soltó, los ojos violetas la miraron con odio—. ¿O tu enojo es porque no me estoy casando contigo, acaso? —Rhaenyra sabía que se estaba metiendo en terreno peligroso, pero no pudo evitar que su voz saliera con burla. No era la mejor manera, pero si podía provocar a su tío y desviar su enojo, lo haría. Supo que logró su objetivo cuando enseñó sus colmillos y le gruñó en la cara. El agrio aroma se hizo aún más fuerte y Rhaenyra se sentía tentada a usar el suyo propio para tratar de dominarlo, pero sabía que eso sería bajo incluso para ella. El omega continuó desafiándola, el aroma la asfixiaba pero ella no dió el brazo a torcer y se mantuvo firme. Finalemente, Daemon soltó y gruñido de derrota y pasó de ella.

—Haz lo que quieras, pero no me esperes allí. Me voy de este lugar, no quiero ver como arruinas la sangre del dragón con una sucia torre.

Y con eso dicho, se retiró del salón. Rhaenyra mentiría si dijera que no le dolió, amaba a su tío, pero en este momento, su prioridad era Alicent.

Solo deseaba saber por qué de pronto le interesaba tanto. Después de todo, este matrimonio era solo por su conveniencia.

.
.
.

Cuando regresó a la biblioteca, notó que Alicent aún leía el libro sobre las tradiciones Valyria. Su interior vibró de ternura y se acercó hacia ella, soltando sutilmente su aroma para que la notara.

Alicent volteó a verla cuando estaba a pocos centímetros de distancia y le sonrió, Rhaenyra notó como jugaba con sus manos y se destrozaba sus uñas, gesto que hacia cuando estaba nerviosa. Frunció el ceño y tomó suavemente una de sus manos, notando como la sangre seca se acumulaba alrededor de la cutícula. Parecía haber estado haciendo esto desde que ella se fue.

—¿Que te dije sobre esto, Alicent?

La omega bajó la mirada.

—Lo siento, estaba nerviosa, no pude evitarlo.

Rhaenyra suspiró, llamó a una criada y le pidió que busque ungüentos para lastimaduras. Alicent se sonrojó y trató de evitarlo, pero una mirada de la alfa fue suficiente para que se mantuviera callada, sabía cuanto le molestaba a Rhaenyra lo que se hacía a sí misma.

—¿C-Como te fue con Lord Daemon? —Alicent trató de retirar su mano, seguramente para volver a pellizcar sus dedos, pero Rhaenya la entrelazó con la suya y evitó que la moviera del lugar.

—Estaba enojado porque nos uniremos mediante un rito Valyrio. Pero ya lo resolvimos, no debes preocuparte.

Alicent la miró alzando una ceja.

—¿Lo resolviste? ¿Como? —Rhaenyra sonrió gatunamente.

—Básicamente le dije que iba a casarme contigo igual. Se enojó y dijo que no iría a nuestra boda y que se iría de aquí.

—Bueno, eso no es algo... ¿extremista?

—Quizás. Pero no me importa. Me casaré contigo, quiera él o no. Nadie evitará eso.

Un sentimiento cálido se instaló en el pecho de Alicent, pero rápidamente de esfumó ante lo que dijo la platinada.

—...Eso hacen las amigas.

Amigas.

Claro, eran sólo eso. Rhaenyra no hacía esto porque la amara, lo hacía porque eran amigas, porque no quería que se casara con su padre.

Rhaenyra la estaba tratando tan bien que casi pensó que eran pareja, una verdadera pareja y no sólo el matrimonio que surgió de imprevisto oara evitar que Alicent terminase siendo la máquina de parir bebés de Viserys.

Pero terminaría siendo la Reina Consorte igual, porque iba a casarse con Rhaenyra. Iba a tener que darle hijos a la corona porque ese era su deber como omega, como reina consorte.

Su destino jamás cambió, sólo cambió la persona con la cual lo compartiría. Pasó del padre a la hija.

El pensamiento la hizo querer vomitar. Se soltó de la mano de Rhaenyra, quién la miró preocupada, pero a Alicent ya no podía importarle. No cuando notó que haga lo que haga, pase lo que pase, siempre terminaría cumpliendo la voluntad de su padre, incluso si no quería hacerlo. Jamás se libraría de él.

Y su mano ahora se sentía fría.

back again.

aclaro q escribí esto sin haber visto algo
de hotd en meses, asiq quizás nada tenga
sentido pero bueno, es un fanfic so

normalmente me disculparía por la tardanza
y daría una lista extensa del porq tardé tanto,
pero eso ya lo hice en mi otra historia y aparte lo
aclaré desde un principio, solo vengo a decir que
REVIVÍ POR LOS TRAILERS POR DIOS ESTOY TAN
EMOCIONADA Y MIS MAMIS SE VEN TAN HERMOSAS Y JACE SE VE TAN GRANDE Y
AEGON TAN HIJO DE PUTA Y- AAAAAAAA
entonces, si, kos trailers me hicieron acordar
que era parte del fandom y que tenia historias
pendientes, me dieron ganas de escribir
otras también, pero primero voy a tratar de
terminar estas, asiq nada
besos, nos vemos en el próximo cap, q espero
y sea pronto