capítulo 15

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Acarició los cabellos de su hijo dormido y se reclinó en su hamaca, disfrutando del cantar de los pájaros y la calidez del sol otoñal, atrayendo toda la paz mental que la naturaleza pudiera brindarle en ese instante.

Habían trabajado en esa hamaca los últimos dos días, era de los antiguos dueños, hoseok podía imaginar a los ancianitos hamacandose hasta el final allí, juntos de la mano y amándose sin límites.

Claramente había derramado mil lágrimas sobre la madera cuando lo encontró y otras mil cuando pudo colgarlo en su antiguo lugar debajo de un árbol. Soobin había decidido que ahí quería que lo meciera para su siesta y a hoseok le pareció muy dulce, así que ahí estaban.

Su falso celo había terminado, ahora tenía que afrontar un par de días incómodos de sangrado y por 28 días más no tendría problemas, por lo que ya no estaba tan sensible.

Ahora, con niveles hormonales más balanceados y con la mente fría, había comenzado a aceptar la falta de yoongi. El alfa había decidido desaparecer y como no podía ser su culpa, ¿Le molestaba cómo los dejo a soobin y a el? Si, pero no podía obligar a alguien a quedarse.

Hoseok tenía que aceptar que lo único bueno que en su vida había durado era soobin, lo demás siempre se lo arrancaba la vida.

Definitivamente tenía que sacar una cita con su psicóloga, sus plantas ya estaban haciendo hijos de tanto que les había hablado y tenía que dejar de sumirse en una nube de sueños rotos cada vez que miraba ojos de soobin que eran iguales a los de yoongi. 

Hoseok había apagado su celular la segunda vez que rompió a llorar al ver que no tenía respuesta, no era sano ni tampoco lo necesitaba, podría hablar con sus amigos luego y su trabajo era por email, así que jamás vio los mensajes y las llamadas entrando, ni siquiera sabía de la inminente llegada de yoongi hasta que el alfa entró corriendo en su sala mientras el dejaba a soobin en su habitación.

ㅡhoseok ㅡlo vió suspirar, una mano en su corazón mientras respiraba con dificultad.

Acaso... ¿había corrido hasta allí? Hoseok se apuro en buscarle agua al ver lo agitado que estaba. De repente toda la molestia que el omega podría haber acumulado se esfumó, ahora solo sentía la tristeza nostálgica al darse cuenta lo mucho que lo había extrañado.

Sentía verdaderas ganas de llorar por más estúpido que eso parezca. Hoseok había tenido tanto miedo de perderlo a el también.

Retiró el vaso cuando yoongi lo bajo de un trago, ahora recompuesto o al menos más tranquilo, no lo dejo alejarse mucho, sus manos tomaron las suyas apenas estuvieron libres, acercándolo a el peligrosamente.

Oh, olía tan bien. El eucalipto y el café eran tan intensos que su omega se sentía deslizarse en una nube sobre un cafetal y un campo de eucaliptos. No lo hacía a propósito, no se sentía molesto y pesado en el aire, no lo obligaba a calmarse, yoongi apestaba y hoseok estaba tan hundido en el que no hacía más que fascinarle.

A hoseok le cayó el zapato antes de que el pobre alfa hable, y se sintió tan estúpido al no haberlo considerado ni por un segundo que quería pedirle perdón de rodillas por ser un maldito exagerado y molesto y...

ㅡhoseok... ㅡyoongi lo miraba y sus ojos brillaban.

¿Cómo se sentiría crecer con tanta belleza junta? Era perfecto, su cabello estaba despeinado pero aun así era armonioso.

ㅡyoon..giㅡsus manos temblaban vergonzosamente.

Si no había arruinado todo antes seguro lo haría ahora, los alfas no querían omegas que se metan en sus asuntos y hoseok se había sentido en demasiada confianza como para entrometerse                                               

Beach BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora