XLII

26.3K 1.8K 186
                                    

Me quedé viendo lo poco que me quedaba de comida en mi plato.

Harry aprecia demasiado a Racheal, o por lo menos eso habían dicho sus ojos. Y yo no puedo creer que he visto alguna pizca de sentimientos en ese par de ojos color verde, los cuales, nunca habían mostrado algo que no fuera oscuridad y un color negro. ¿Quien era Racheal para él?

- ¿Y qué hay de ti, Samantha? - pregunta comiendo de sus papas a la francesa, mientras las embarra un poco más de salsa catsup que hay en su plato.

No hay nada de qué hablar de mí. Sólo tengo diecisiete y la verdad no me han pasado muchas cosas interesantes como a él, o bueno, nada de lo normal.

- No soy más que una chica que siempre ha vivido en Los Ángeles desde que nació - subo mis hombros.

Guardo silencio, esperando a que él me pregunte algo, pero solamente me mira directamente con una casi sonrisa en sus labios.

Ésta noche me ha estado viendo mucho, y quisiera saber qué es lo que piensa cuando lo hace. Nunca había sentido tanto su mirada en mí como esta noche.

Se reacomodó en su asiento, para luego hablar:

- Sé sobre tu hermano, sé un poco de tu padre - comenta -, pero no sé nada de tu madre.

Comienzo a jugar nerviosamente con mis manos encima de la mesa, él lo nota y yo decido ponerlas en mi regazo, por debajo de la mesa. Me mira serio, y yo aparto la vista. No quiero que sepa lo mal que me hace sentir este tema.

- E-Es muy delicado ese tema - digo con mi voz casi audible.

- Y lo poco de lo que yo te he dicho, ¿no es nada de delicado? - lo miro y sigue viéndome directamente.

Insiste en que yo le hable sobre ello. Tengo que tomar aire antes de contarle. No es justo que él me haya dicho un poco sobre él y yo no lo vaya a hacer.

Esperaba a que me dijera: "Oh, no te preocupes. Si es delicado ese tema me lo puedes decir en otro momento mejor", pero eso no lo podía esperar de alguien como Harry.

Recuerdo que a él no le gusta que le digan un "No" como respuesta.

Inhalo fuertemente para poder hablar claramente.

- No sé nada de ella desde siete años - le digo agachando la cabeza.

Controla las lágrimas, Samantha. Controla las lágrimas.

- ¿Y eso te hace sentirte mal, Samantha? - me dice un poco enojado.

Levanto la cabeza y me mira con el ceño fruncido. Se ha recargado totalmente en el respaldo de la silla mientras me mira de aquella forma.

No sé si sentirme ofendida o enojada por su pregunta, ¿qué clase de pregunta ha hecho?

- Claro que sí - le digo terriblemente ofendida -. ¿A ti no haría sentir mal si tu mamá te abandonara sin decirte las razones, mientras que tu papá está en Holanda, y mientras tú y tu hermano la ven con maletas en la puerta, diciéndonos que nos "ama"? - hago molesta las comillas en el aire con mis dedos, y siento una lágrima resbalar por mi mejilla, hasta sentirla en mis manos.

Harry no luce indiferente. Es como si estuviera cómo iba a reaccionar referente a todo esto.

- Yo estuviera enojado porque esa señora me hubiera abandonado - sube sus hombros, como si esto fuera un tema de discusión sin ninguna importancia. - ¿Por qué estar triste? Ella decidió irse y ni siquiera le importó dejarte a ti y a Josh solos.

Black | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora