Me quedé viendo lo poco que me quedaba de comida en mi plato.
Harry aprecia demasiado a Racheal, o por lo menos eso habían dicho sus ojos. Y yo no puedo creer que he visto alguna pizca de sentimientos en ese par de ojos color verde, los cuales, nunca habían mostrado algo que no fuera oscuridad y un color negro. ¿Quien era Racheal para él?
- ¿Y qué hay de ti, Samantha? - pregunta comiendo de sus papas a la francesa, mientras las embarra un poco más de salsa catsup que hay en su plato.
No hay nada de qué hablar de mí. Sólo tengo diecisiete y la verdad no me han pasado muchas cosas interesantes como a él, o bueno, nada de lo normal.
- No soy más que una chica que siempre ha vivido en Los Ángeles desde que nació - subo mis hombros.
Guardo silencio, esperando a que él me pregunte algo, pero solamente me mira directamente con una casi sonrisa en sus labios.
Ésta noche me ha estado viendo mucho, y quisiera saber qué es lo que piensa cuando lo hace. Nunca había sentido tanto su mirada en mí como esta noche.
Se reacomodó en su asiento, para luego hablar:
- Sé sobre tu hermano, sé un poco de tu padre - comenta -, pero no sé nada de tu madre.
Comienzo a jugar nerviosamente con mis manos encima de la mesa, él lo nota y yo decido ponerlas en mi regazo, por debajo de la mesa. Me mira serio, y yo aparto la vista. No quiero que sepa lo mal que me hace sentir este tema.
- E-Es muy delicado ese tema - digo con mi voz casi audible.
- Y lo poco de lo que yo te he dicho, ¿no es nada de delicado? - lo miro y sigue viéndome directamente.
Insiste en que yo le hable sobre ello. Tengo que tomar aire antes de contarle. No es justo que él me haya dicho un poco sobre él y yo no lo vaya a hacer.
Esperaba a que me dijera: "Oh, no te preocupes. Si es delicado ese tema me lo puedes decir en otro momento mejor", pero eso no lo podía esperar de alguien como Harry.
Recuerdo que a él no le gusta que le digan un "No" como respuesta.
Inhalo fuertemente para poder hablar claramente.
- No sé nada de ella desde siete años - le digo agachando la cabeza.
Controla las lágrimas, Samantha. Controla las lágrimas.
- ¿Y eso te hace sentirte mal, Samantha? - me dice un poco enojado.
Levanto la cabeza y me mira con el ceño fruncido. Se ha recargado totalmente en el respaldo de la silla mientras me mira de aquella forma.
No sé si sentirme ofendida o enojada por su pregunta, ¿qué clase de pregunta ha hecho?
- Claro que sí - le digo terriblemente ofendida -. ¿A ti no haría sentir mal si tu mamá te abandonara sin decirte las razones, mientras que tu papá está en Holanda, y mientras tú y tu hermano la ven con maletas en la puerta, diciéndonos que nos "ama"? - hago molesta las comillas en el aire con mis dedos, y siento una lágrima resbalar por mi mejilla, hasta sentirla en mis manos.
Harry no luce indiferente. Es como si estuviera cómo iba a reaccionar referente a todo esto.
- Yo estuviera enojado porque esa señora me hubiera abandonado - sube sus hombros, como si esto fuera un tema de discusión sin ninguna importancia. - ¿Por qué estar triste? Ella decidió irse y ni siquiera le importó dejarte a ti y a Josh solos.
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Black | H.S.
Fanfiction" - No te enamores de mí - me dice sin dejar de verme con aquellos ojos verdes que no muestran ningún sentimiento. En aquellos en donde sus demonios se esconden. ¿Cómo una persona puede tener los ojos más lindos del mundo y que en ellos no muestren...